Decenas de simpatizantes de Banko Brown, víctima del disparo en Walgreens, se marcharon hacia el Ayuntamiento de San Francisco el lunes por la tarde, expresando su furia por el vídeo del asesinato y por la decisión de la fiscal del distrito Brooke Jenkins de no presentar cargos contra el guarda de seguridad que disparó a Brown.
Los simpatizantes se organizan
“¿Creéis que fue un asesinato?”, coreó Nancy Robles, organizadora del Partido por el Socialismo y la Liberación, que organizó la marcha. “¡Sí, lo creemos!”, respondió la multitud.
Más de 150 personas se reunieron frente al Walgreens del centro del mercado donde Brown, de 24 años, fue matado a tiros por Michael Earl-Wayne Anthony, de 33 años, el jueves 27 de abril.
La Fiscalía ha hecho público hoy el vídeo del tiroteo tras dos intensas semanas en las que la familia, toda la Junta de Supervisores y el senador estatal Scott Wiener han pedido a Jenkins que hiciera públicas las imágenes.
La fiscal se había negado anteriormente a hacerlo, diciendo que la investigación seguía abierta y que aún podía presentar cargos.
El lunes, Jenkins tomó su decisión final: No perseguiría al guardia de seguridad.
La multitud reunida reaccionó con ira ante esa idea.
“Ya sabemos lo que muestran esas grabaciones, que es que Banko Brown fue asesinado a sangre fría”, dijo Sanika Mahajan, de 24 años, organizadora del Partido por el Socialismo y la Liberación.
Cómo sucedió
Las imágenes de vigilancia muestran a Brown -que medía 1,70 metros, frente a los 1,80 de Anthony- intentando salir del Walgreens del número 825 de la calle Market con una bolsa de artículos robados. Anthony, bloqueando la entrada, empuja a Brown y luego le golpea repetidamente.
Brown intenta alcanzar su bolsa antes de que Anthony le coja por el cuello y le haga una llave en la cabeza, antes de golpearle contra el suelo. Finalmente, Anthony suelta a Brown y éste se pone en pie, coge su bolso y comienza a salir de la tienda caminando hacia atrás.
En ese momento, Brown levanta el brazo hacia Anthony y Anthony saca su arma. Un segundo después, Anthony dispara mientras Brown sigue retrocediendo fuera de la tienda.
Anthony declaró que Brown le amenazó repetidamente con apuñalarle durante el altercado. También dijo que su empleador, la empresa de seguridad Kingdom Group Protective Services, había dado instrucciones a los guardias para que actuaran con “mano dura” cuando detuvieran a los ladrones.
El presidente de la Junta, Aaron Peskin, y la supervisora Shamann Walton dijeron el lunes que presentarían un proyecto de ley en la reunión de la Junta de Supervisores del martes para pedir al fiscal general de California o al Departamento de Justicia de Estados Unidos que examinen las pruebas del tiroteo.
John Burris, el abogado de derechos civiles contratado por la familia de Brown, dijo que pediría al fiscal general Rob Bonta que interviniera y procesara a Anthony.
“Estamos emocionalmente destrozados por la decisión del fiscal Jenkins”, se lee en una declaración de Terry Brown, padre de Banko Brown. “Queremos justicia, y vamos a conseguir justicia”.
“Es triste ver cómo una persona trans negra es vista como algo desechable”, dijo Serran Lewis, de 29 años, que trabaja en un albergue para personas sin techo.
“¿Qué demonios tiene Walgreens que justifique una guardia armada?”
La multitud, en algunos momentos, también pidió que Jenkins fuera destituido.
“Retirad a Jenkins”, gritaba la multitud. “Procesen a Anthony”.
Después de 30 minutos frente al Walgreens, la multitud marchó hacia el Ayuntamiento.
“Yo digo ‘Las vidas trans’, tú dices ‘importan'”, coreaban los oradores mientras la multitud marchaba por Market Street hacia el Ayuntamiento. La multitud repitió: “Las vidas trans importan”.
En el Ayuntamiento, la multitud se reunió en círculo y siguió coreando ” ¡Digan su nombre! Banko Brown”.
“¿Qué demonios tiene Walgreens que justifique una guardia armada?”, dijo Shawn Purcell, un negro queer de San Francisco. “, dijo Shawn Purcell, un negro queer de San Francisco. “Lo más caro que tienen es la puta colonia”.
