This COVID-19 testing site will run on Wednesdays and Fridays from 7 a.m. to 6 p.m. Workers on 24th Street, commuters, and essential workers will be prioritized. By Annika Hom.

Traducción por: Anabelle Garay

Programa Derecho a Recuperarse tiene como objetivo solucionar los retrasos de varias semanas en el pago a los destinatarios

El trabajo de Alison Chan era entregar tarjetas de débito equivalentes a dos semanas de salario mínimo a los residentes de San Francisco que no reciben licencia de pago por enfermedad o seguro de desempleo.

A finales de agosto, cuando Chan se dispuso a llamar a otro solicitante, la hija del solicitante respondió. Su madre había dado positivo tres semanas antes, pero todavía estaba postrada en cama y experimentaba síntomas. La hija agradeció a Chan por la noticia de los $1,285 que recibiría ya que serían de gran ayuda.

No obstante, el tan necesitado dinero no llegaría hasta mediados de septiembre, aproximadamente siete semanas después del diagnóstico de la señora. Ese tiempo de tramitación es inaceptable, según los expertos en salud pública, quienes dijeron que el retraso de la asistencia podría aumentar la propagación del coronavirus en la comunidad. El periodo más largo que alguien tiene que esperar debe ser de máximo dos semanas, dijeron.

“El propósito es tener los fondos disponibles para cuando no puedan ir a trabajar”, ​​dijo Diane Jones, una enfermera de VIH jubilada que ha estado ayudando con los sitios emergentes de prueba de UCSF. “El objetivo es identificar a las personas que necesitan aislarse para que no transmitan el virus”.

Se supone que el programa Derecho a Recuperarse (Right to Recover), que tenía $2 millones en fondos de Give2SF cuando comenzó en julio, “alentaría a los residentes y trabajadores a hacerse la prueba de COVID-19 y a no preocuparse por las dificultades económicas durante el aislamiento”, según la alcaldía. Idealmente, esto significa una transferencia de fondos dentro de las dos semanas posteriores a la prueba positiva, el tiempo de cuarentena que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomienda. Estos contratiempos son críticos porque las personas están en la etapa más contagiosa cuatro días después de haberse infectado..

Sin embargo, decenas de las 1,279 personas que finalmente recibieron fondos dieron positivo en julio o agosto pero esperaron hasta mediados de septiembre o principios de octubre para recibir el dinero.

El retraso se puede atribuir a un procedimiento complicado con traspiés en casi todos los pasos.

Funcionó así: el Departamento de Salud entrevistó a los pacientes que dieron positivo y si estos no tenían una red de seguridad financiera, se les agregaba a una lista que la Oficina de Desarrollo Económico de la Fuerza Laboral mantenía. Luego, se envían las listas a los socios de la comunidad para que se comuniquen con los destinatarios antes de que se pueda enviar el dinero. Si se aprueba al destinatario para recibir una tarjeta de débito, entonces puede incluso tardar más días o semanas antes de que la reciban.

Para cuando los socios de la comunidad hacen las llamadas para entregar el dinero a los beneficiarios, muchos habían ya olvidado que incluso habían calificado para el programa, dijo Tiffany Jackson, una empleada de Hospitality House, que distribuyó fondos del programa Derecho a Recuperarse. Aunque finalmente se reclamaron los $100,000, seis personas aún necesitaban recibir sus tarjetas de débito para la segunda semana de octubre.

Jones dijo que este proceso “burocrático” hizo que Derecho a Recuperarse perdiera su función como una “herramienta de salud pública”.

“Creo que se perdieron en cuál era el propósito de la legislación”, dijo.

Fue entonces cuando para agosto ya se habían agotado los fondos iniciales del Derecho a Recuperarse, los $2 millones de dólares, lo que hizo que el Departamento de Salud dejara en una lista de espera miles de recomendaciones; además, tuvieron que detener los nuevos registros.

Sin embargo, una reciente donación de $2 millones ha revivido el programa y presenta una segunda oportunidad para implementar una versión “ajustada” de Derecho a Recuperarse en las próximas semanas.

Este proceso modificado tiene como objetivo entregar el dinero a la gente en una semana, según la Oficina de Desarrollo Económico de la Fuerza Laboral, que supervisa el programa. Esto es clave en la solución a la pandemia, dijo Jones.

“Obtener dinero está bien seis semanas después; ayuda con el alquiler atrasado ​​”, dijo Jones. “Pero no hizo nada en permitir que las personas hicieran lo correcto y se aislaran”.

Para evitar confusiones sobre quién es elegible y cómo se distribuirán los fondos, el personal de las organizaciones comunitarias estarán presentes en los sitios de prueba populares donde la necesidad es alta. Esto, dijo Santiago Lerma, el asistente legislativo de la supervisora ​​Hillary Ronen, que elaboró ​​el programa Derecho a Recuperarse, debería acelerar el proceso y aumentar la confianza.

Gloria Chan, vocera de la Oficina de Desarrollo Económico de la Fuerza Laboral, dijo que para la segunda fase, el Departamento de Salud “ha construido la capacidad de llamar a quienes den positivo en 24 horas” y quienes pasen por su oficina también responderán dentro de un día.

El Departamento de Salud no respondió antes del cierre de esta edición. Actualizaremos este artículo cuando lo hagan.

En la segunda fase, se corregirá otro paso en falso importante en la implementación, dijo Lerma. El programa se olvidó de incluir la compensación para los socios de la comunidad, lo que hizo que el personal y los recursos batallaran para poder cumplir con el objetivo de realizar llamadas.

Por ejemplo, Alison Chan, quien ya supervisaba 13 programas en Asistencia Autónoma para Personas de la Tercera Edad (Self-Help for the Elderly), era la única persona dedicada al Derecho a Recuperarse. “No quiero gastar tanto del tiempo de mi personal porque toma mucho tiempo ”, dijo Chan, quien todavía tenía solicitantes pendientes en octubre.

Hospitality House solo contaba con tres empleados, incluida Jackson. La Agencia de Desarrollo Económico de la Misión (MEDA por sus siglas en inglés) era otro socio importante a cargo de $900,000 y tenía un pequeño equipo que hacía llamadas tres días a la semana y entregaba dinero dos días a la semana.

“Creo que se trató de descubrir el mejor proceso. El diablo se esconde en los detalles ”, dijo Ernesto Martínez, quien maneja el programa Derecho a Recuperarse para MEDA. “Hemos mejorado mucho en superar eso, pero esas son las áreas clave de mejora a las que estamos llegando en este momento”.

Lerma dijo que para los nuevos $2 millones, los socios participantes recibirán alrededor de $100,000 en tarifas administrativas. “Realmente nuestro objetivo es llenar los vacíos y hacerlo más eficiente”, dijo. También se ayudará a aproximadamente 1,550 personas adicionales antes de que se agoten los fondos.

Aunque la primera ronda tuvo problemas, también ayudó a algunos de los más vulnerables de la ciudad. Alrededor del 70 por ciento de los beneficiarios vivían en barrios desatendidos en donde el 64 por ciento habla español como primer idioma, lo que indica que el dinero llegó a quienes estaba destinado.

Este proceso nuevo y mejorado parece estar funcionando. Once de las 14 personas referidas en el sitio temporal de la calle 16 a finales de septiembre recibieron el dinero el seis de octubre, dijo Jones.

“El Departamento de Salud refirió a 4,000 personas, lo que es una lección en humildad”, dijo Jones. “No debería yo estar haciendo un escándalo, pero uno tiene que seguir abogando por soluciones”.

Esta es una buena noticia para las familias que no pudieron ir a trabajar y que están esperando ese dinero, como una señora en la Misión que Jackson conoció en Hospitality House.

Jackson la llamó para informarle sobre el Derecho a Recuperarse a finales de agosto, unas dos semanas después de su diagnóstico. Tanto sus hijos como su esposo dieron positivo. Tanto ella como su marido, quienes se dedican a trabajar en la comida rápida y en la construcción respectivamente, no estaban trabajando.

“Debía $6,000 de alquiler y nos mostró mensajes de texto entre ella y su arrendador [explicando] que estaba esperando los $1,200”, recordó Jackson. “Ella le decía ‘Lo tendré esta semana, lo tendré esta semana’.” Se sintió muy agradecida después de haber recogido el dinero a mediados de septiembre.

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REPORTER. Annika Hom is our inequality reporter through our partnership with Report for America. Annika was born and raised in the Bay Area. She previously interned at SF Weekly and the Boston Globe where she focused on local news and immigration. She is a proud Chinese and Filipina American. She has a twin brother that (contrary to soap opera tropes) is not evil.

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