Los inquilinos del edificio de diez unidades en las calles 23 y Florida celebraron el sábado con un asado y una conferencia de prensa algo que muchos han dicho que es algo imposible: lograron anular los desalojos a través de la ley Ellis.
Uno de los presentes mencionó que por fin estaban presente en una celebración y no en una protesta.
Los inquilinos, con la ayuda de la Coalición para Vivienda del Tenderloin y otros, pudieron acercarse al propietario para poder idear una compra del edificio. Aunque al principio del año parecía que se podría lograr, el propietario terminó por vender el edificio a un inversionista. El nuevo propietario anuló los avisos de desalojo y declaró que no tiene planes de vender el edificio. Si decide hacerlo, los inquilinos quieren tener la primera opción de comprarlos.