Este año, mientras se llevaba acabo la remodelación del Área de Juegos de la Misión los equipos de construcción que estaban trabajando en los casilleros para hombres en los vestidores descubrieron que el suelo debajo de ellos es susceptible a la licuefacción, un estado en el que la materia sólida se comporta como líquido.
Se pensó que la licuefacción se había dado en la sala de casilleros, pero cuando los equipos de construcción realizaron arreglos menores a la cubierta de la piscina se hizo evidente que la loza de concreto debajo del edificio estaba colgando frágilmente por encima de un vacío.
“Me sorprendió que el edificio todavía seguía de pie”, dijo Toks Ajike, director de proyectos para el Departamento de Parques y Recreación de San Francisco. “Dios no quiera que si hay un terremoto, el edificio no hubiera sobrevivido”, agregó Ajike.
No obstante, hubo otra sorpresa para la única alberca al aire libre que hay en San Francisco. Las vigas de madera dentro de las paredes sufrieron una grave pudrición por hongos que incluso hizo que las paredes se desmoronaran al tacto.
La alberca, la cual se suponía que abriría este verano junto con la remodelada área de juegos, permaneció cerrada. El Departamento de Parques regresó a la etapa de planeación con nuevos planes que se apegan a los códigos municipales y a las estrictas reglas para terremotos.
Los equipos de construcción ya comenzaron a remodelar las salas de casilleros alrededor de la alberca y ya han comenzado a bombear grava en el suelo para aumentar la estabilidad de los cimientos. La remodelación de la piscina comenzará en marzo del próximo año y se tiene programado que terminará a comienzos del verano.
“El hecho es que esto puede estar pasando en muchas de nuestras envejecidas instalaciones”, dijo Connie Chan, directora de asuntos públicos para el Departamento de Parques y Recreación. “Y no hay una encuesta o prueba que se pueda hacer para saber qué sucede además del rompimiento de muros”, dijo Chan sobre la piscina de 70 años.
El dinero para la remodelación se puso a disposición a través del Acuerdo para Parques de 2008. Si el electorado no hubiera votado por el acuerdo, el Área de Juegos de la Misión no hubiera tenido ninguna remodelación, y la putrefacción a causa de hongos entorno a la alberca nunca se hubiera descubierto, lo cual podría haber creado una situación peligrosa. Chan se dio cuenta que muchos edificios públicos que se encuentran en parques están en condiciones parecidas, y que el Acuerdo para Parques es lo que le permitirá al departamento encargarse del gran retraso que hay en el mantenimiento de las remodelaciones que se necesitan hacer en la ciudad.
Las modernizaciones al sistema de filtración y plomería de la alberca también se realizarán, y así aumentará hasta un 30 por ciento la eficiencia, según Ajike.
Chan señaló el hecho de que una vez que se haya remodelado la alberca habrá un aumento en la asistencia. Aclaró que “cuando no huele” demasiado a cloro, es más probable que la comunidad la use y disfrute del complejo acuático público.
Las pelotas de tenis perdidas de las cercanas canchas de tenis aparecieron en las aguas lodosas en la parte honda de la piscina, según notaron Ajike y Chan al inspeccionar el avance en las paredes de la sala de casilleros.
“Estamos seguros de que este edificio seguirá de pie por otros cien años cuando la remodelación se termine”, dijo Chan.