Un hombre que estaba presente para el asesinato de Banko Brown el 27 de abril, y filmó las secuelas del tiroteo, dice que el guarda de seguridad de Walgreens Michael Earl-Wayne Anthony ya había expulsado a Brown de la tienda y había vuelto a entrar, antes de volver a salir y disparar a Brown.
Donald Washington Jr. estaba en la caja registradora con su café y su té en Walgreens, en el número 825 de la calle Market, el pasado jueves, cuando oyó un forcejeo y se dio la vuelta.
Vio al guarda de seguridad de Walgreens, Anthony, de 33 años, forcejeando en el suelo dentro de la tienda con Brown, de 24 años.
Washington dijo que Anthony echó a Brown de la tienda.
“Anthony] tiró a Brown al suelo. Le tiró al suelo. Mide 1,80 metros. Lo tiró al suelo y le dijo: ‘Fuera de mi tienda'”.
Diferencia de estatura
La familia ha dicho que Brown medía 1,70 metros y pesaba unos 55 kilos.
Washington filmó el momento inmediatamente posterior al tiroteo desde el interior del Walgreens.
“Le veo coger la pistola con el brazo derecho, apuntarle al pecho [de Brown] y dispararle”, describió Washington.
Washington dijo que en ningún momento vio un cuchillo ni oyó a Brown amenazar con apuñalar a nadie. Dijo que vio cereales Cap’n Crunch y otros pequeños aperitivos en la bolsa de Brown.
Washington dijo que, justo antes del tiroteo, un grupo de otras ocho o nueve personas se encontraba fuera de la tienda y que, cuando Anthony echó a Brown, empezaron a gritar al guarda de seguridad por su enfrentamiento físico con Brown.
Tras ver cómo Anthony disparaba a Brown, Washington empezó a temblar. Decidió quedarse dentro de la tienda, filmando a Brown y Anthony en la acera desde detrás de la puerta de cristal. Salió cuando se congregó una multitud.
“Había niños pequeños caminando, preguntando ‘¿Qué está pasando, mamá? Mamá, ¿está durmiendo?”.
En el vídeo de Washington, Anthony está junto a Brown mientras éste yace en el suelo agarrado a las piernas del guarda, diciendo: “Por favor, ayúdeme”.
“Podría haber usado spray de pimienta. Podría haber usado una porra. Es un tipo grande. ¿Un arma, sin embargo?”
Anthony “disparó a ese chico por unos bocadillos”, resumió Washington, añadiendo que no ha comido ni dormido bien en la última semana, porque la escena fue muy traumática.
El 1 de mayo, la fiscal del distrito Brooke Jenkins declinó presentar cargos contra Anthony y éste fue puesto en libertad.
La familia pide que se publique el vídeo
Hoy, a las 14.00 horas, una semana después de la muerte de Brown, unos 40 simpatizantes se agolparon frente a la oficina de la fiscal del distrito, en el 350 de la calle Rhode Island, coreando y pidiendo por megáfono a Jenkins que difundiera el vídeo y los testimonios de los testigos del asesinato.
“No nos están escuchando”, dijo Kimora Lanique, una amiga de Brown del Young Women’s Freedom Center.
La semana pasada, los padres de Brown contrataron al destacado abogado de derechos civiles de Oakland John Burris, que ha representado anteriormente a las familias de numerosas víctimas de disparos policiales, entre ellas Mario Woods, Oscar Grant y Sean Monterrosa.
La oficina de Burris ha solicitado las grabaciones del ataque del 27 de abril. Ha declarado que están “intentando acceder a los vídeos… Sin duda presentaremos una demanda en su momento”.
El 9 de mayo, el supervisor Aaron Peskin presentará una resolución instando al fiscal del distrito a “hacer públicos los informes policiales, los relatos de los testigos y la información de vídeo” del tiroteo.
Información adicional de Joe Eskenazi.