Mayor finds COVID funds for Latinx communities
Testing Thursday morning at the Latino Hub. Photo by Lydia Chávez. September 2020.

Traducción por: Neus Valencia

La alcaldesa London Breed dijo que la ciudad ampliará su apoyo a la comunidad latinx, una población que durante los últimos seis meses ha representado sistemáticamente casi la mitad de los casos de Covid-19 en la ciudad.

“A pesar del apoyo que hemos dado para que haya acceso a alimentos y ayuda financiera, esto no ha sido suficiente”, dijo la alcaldesa Breed el jueves en un comunicado de prensa sobre la nueva financiación. “Podemos hacer más para apoyar a las personas que han estado yendo a trabajar día tras día y que, con demasiada frecuencia, viven en condiciones de hacinamiento, lo que dificulta que puedan estar aislados”.

Mission Local ya ha reportado la falta de pruebas que hay en la comunidad latinx y lo que han dicho los epidemiólogos acerca de lo mucho que les desconcierta la falta de recursos que hay por Covid para la población latinx en San Francisco. A menos que se atiendan las comunidades más afectadas, toda la ciudad seguirá estando en riesgo de un rebrote de la infección, según indicaron los epidemiólogos.

Breed pareció estar lista para remediar esta situación de falta de prioridades en cuanto a la financiación asignando una cantidad inicial de $22.5 millones para la comunidad latina y comprometiéndose a asignar un total de $28.5 millones.

Los nuevos esfuerzos estarán dirigidos a los grupos comunitarios y serán liderados por la Coalición Latina de Paridad y Equidad, un grupo que opera bajo la Agencia de Desarrollo Económico de la Misión, y el Grupo de Trabajo Latino, un grupo de líderes comunitarios que se organizaron en respuesta a la pandemia.

El dinero se utilizará en pruebas, rastreo de contactos y programas comunitarios en los vecindarios afectados, así como en subsidios para la vivienda y apoyo financiero. El enfoque será en la Misión, Visitacion Valley, Bayview, Excelsior y Tenderloin: los cinco vecindarios representan el 48 por ciento de los casos de la ciudad.

“Estoy emocionada y agradecida”, dijo Valerie Tulier-Laiwa, que forma parte del comité ejecutivo del Grupo de Trabajo Latino, y que ha estado trabajando en un modelo de bienestar para toda la ciudad que está ansiosa de que se ponga en marcha.

“Estoy contenta, pero confundida”, dijo la Supervisora de Distrito Hillary Ronen. “Acabamos de finalizar un proceso de presupuesto que fue extremadamente difícil, y de repente, de la nada, la alcaldesa encuentra $28 millones para asignar. … ¿De dónde viene ese dinero? ¿Por qué no se asignó durante el proceso de presupuesto?”

Ronen dijo que solo se enteró de que la mayoría de los fondos parecen haber venido de una petición que hizo el gobierno de la ciudad a los diferentes departamentos para que reasignaran los fondos existentes.

De lo que sí tenía certeza Ronen es del origen de los $2 millones que repondrán el programa Right to Recover, que ofrece ayuda financiera a los trabajadores que tienen que estar en cuarentena. Ronen y Joaquín Torres, director de la Oficina de Desarrollo Económico y Laboral, obtuvieron el dinero de una fundación, y se hizo un anuncio formal al respecto.

Los $2 millones iniciales del dinero del programa Right to Recover fueron distribuidos en julio y agosto a alrededor de 1,500 trabajadores. Se considera que este apoyo es de suma importancia para que los trabajadores puedan hacerse pruebas y estar en cuarentena. Sin embargo, estos $2 millones se acabaron a finales de agosto, y los trabajadores no han podido obtener ayuda financiera en todo el mes de septiembre

“Si este dinero ha existido todo este tiempo, hubiera sido buena idea no detener el programa Right to Recover”, dijo Ronen, a quien también le preocupa qué sucederá cuando se acabe el nuevo dinero.

Los investigadores de la UCSF sabían desde el principio que la pandemia afectó en gran medida a la población latina –15 por ciento de los residentes de la ciudad – y en abril descubrieron que la población era particularmente vulnerable porque muchos son trabajadores de primera línea y esenciales que viven en condiciones de hacinamiento – un entorno que propicia el contagio del virus.

Jon Jacobo, activista comunitario, dijo que estaba contento de que el dinero fuera canalizado hacia la comunidad latinx. “Ojalá hubiéramos podido hacer esto antes sabiendo lo que sabíamos en abril, pero espero que se haga de manera expedita”.

A lo largo del verano, la mayoría de los recursos de la ciudad para realizar pruebas han sido destinados a poblaciones de menor riesgo atendidas por los sitios de SoMA y Embarcadero.

Durante la última semana de agosto, la ciudad realizó pruebas a 1,010 residentes en los nueve sitios temporales de pruebas en las comunidades altamente afectadas, pero los sitios operan solo de uno a tres días a la semana. Las pruebas en los sitios temporales se pueden comparar con las casi 3,000 pruebas diarias que se ofrecen en Embarcadero y SoMa.

Los fondos que se anunciaron hoy incluyen $7.3 millones para pruebas, rastreo de contactos y programas comunitarios en los cinco barrios afectados. Esto incluye $3 millones para los centros de pruebas de la comunidad. No está claro cuántos nuevos centros temporales serán financiados con este dinero o si sencillamente los centros que ya existen aumentarán las horas y días de atención.

Además del dinero directo destinado a las pruebas, la alcaldesa reservó $8.5 millones para subsidios de vivienda, apoyo financiero directo y protección contra los desalojos.

Aquí se pueden consultar todos los detalles de la financiación.

Pie de foto: Entrega de libros en el Latino Hub, Foto de Lydia Chávez.
Handing out books at the Latino Hub. Photo by Lydia Chávez

 

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Founder/Executive Editor. I’ve been a Mission resident since 1998 and a professor emeritus at Berkeley’s J-school since 2019 when I retired. I got my start in newspapers at the Albuquerque Tribune in the city where I was born and raised. Like many local news outlets, The Tribune no longer exists. I left daily newspapers after working at The New York Times for the business, foreign and city desks. Lucky for all of us, it is still there.

As an old friend once pointed out, local has long been in my bones. My Master’s Project at Columbia, later published in New York Magazine, was on New York City’s experiment in community boards.

Right now I'm trying to figure out how you make that long-held interest in local news sustainable. The answer continues to elude me.

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