Streetlights on Capp Street are working again after PG&E promises fixes to residents.

Entre las calles 16 y 24, la calle Capp durante el día es un tramo abarrotado con ordenados y desorganizados edificios de tres pisos, edificios envejecidos de departamentos, algunas iglesias, centros de la comunidad y edificios comerciales.

La mayor parte de los residentes se van a trabajar por la mañana, lo que deja la calle relativamente tranquila y aletargada. Sin embargo, tres o cuatro horas después de que el sol se ponga, la calle Capp se transforma. Los chulos, prostitutas y rufianes llegan a rondar. En la mañana, los propietarios de casas y peatones esquivan condones usados, agujas sucias y vidrios rotos de ventanas de autos.

Los residentes han dicho durante años que si el alumbrado en la calle funcionara, la calle sería más segura para residentes y más difícil para los rufianes.

“El alumbrado es nuestra principal preocupación”, dijo Molly Messenger, residente de la calle Capp que ayudó a formar un grupo de vigilancia en marzo para centrarse en encontrar soluciones al problema del alumbrado en la calle. “Se fundían y se quedaban así durante semanas a la vez”.

Ocho faroles en la calle se fundieron en las ocho principales cuadras de la calle Capp el nueve de septiembre. Los faroles fundidos entre las calles 22 y 23 han estado fundidos desde marzo. En la noche del 30 de septiembre y de nuevo el seis de octubre, todos los faroles funcionaban, pero los residentes declararon que es una situación siempre cambiante. Además, cuando los faroles se fundes, los meses pasan sin que lo arreglen.

“Se prenden y se apagan todo el tiempo. Solo porque todos están prendidos ahora no significa que mañana no van a volver a estar fundidos”, escribió Messenger en un correo electrónico el martes pasado.

Mantener los faroles prendidos de manera continua no ha sido fácil para la compañía de luz Pacific Gas & Electric (PG&E, por sus siglas en inglés). La misma información de la compañía muestra que la cifra de faroles denunciados como fundidos ha aumentado desmesuradamente en los últimos cinco años —un 442% entre 2008 y 2011— y el año pasado le tomó a la compañía un promedio de 78 días poder arreglar un farol fundido.

Eso, dijo la oficina del consejero legal de la ciudad, es exactamente la razón por la que la Comisión de Mantenimiento Público (PUC, por sus siglas en inglés) no debería permitirle a PG&E un aumento en la tarifa en enero sin obtener un mayor impulso en transparencia operacional y niveles de servicio. Actualmente, San Francisco paga la utilidad privada de $1.6 millones de dólares al año por operar 19.505 de los faroles municipales y PG&E ha pedido un aumento anual de $600.000. Dicho dinero, argumenta, se necesita para actualizar la infraestructura. La comisión de mantenimiento tendrá una audiencia en relación al aumento de tarifa de PG&E el 14 de octubre y está programado para publicar el fallo propuesto el 19 de noviembre.

En el año pasado, el centro de servicio 311 de San Francisco ha registrado 95 peticiones para arreglar los faroles fundidos de PG&E en la calle Capp, entre las calles 16 y 24, de acuerdo con Mathias Gibson, analista de administración del 311.

Cada una de las peticiones del 311 se remitieron a PG&E, pero la respuesta ha sido lenta y en una reunión a principios de septiembre, los miembros de la vigilancia vecinal se quejaron que PG&E estaba “esquivando” las peticiones de servicio.

Jason King, vocero de PG&E, declaró que la compañía recibió solo 15 peticiones de servicio de alumbrado en la calle Capp, entre las calles 16 y 24, en el último año. Cuando se le preguntó sobre la diferencia entre las cifras de PG&E y el 311, King respondió que “la información que tengo disponible considera los apagones únicos, no el total del número de llamados sobre cada apagón único individual”.

King declaró que la compañía está en el segundo año de un plan de cinco años para reemplazar el equipo que data de mediados de los años 50 que tiene faroles conectados entre sí en un circuito. Como una extensión de luces de Navidad, si un foco se apaga, los focos vecinales también a menudo se funden, dijo.

“Estamos comprometidos a mejorar el servicio”, dijo King y explicó que espera que los circuitos de la calle Capp se reemplacen en el primer trimestre del año que viene.

“No queremos pasar por otro invierno oscuro”, dijo Messenger.

Por su parte, la oficina del consejero legal de la ciudad ha aclarado que los retrasos en la calle Capp y los que otros residentes experimentan es inaceptable. En un documento legal de 31 páginas presentado el pasado mes de noviembre, el consejero legal de la ciudad Dennis Herrera exhortó a la Comisión de Mantenimiento Público de California que negara la oferta de PG&E de aumentar las tarifas en enero 2014 porque la empresa ha hecho un trabajo “inadecuado e inaceptable” cuando se trata de mantener los faroles durante años.

El rendimiento es tan malo, argumentó Herrera, que la PUC debería aprobar el aumento del precio de PG&E solo si la compañía hace mejoras arrasadoras y acuerda pagar los cargos por sanción a clientes si “no cumple con los estándares de rendimiento en dos meses consecutivos”.

“A pesar del reconocimiento de la importancia de faroles confiables y efectivos, PG&E ha provisto jurisdicciones locales con servicios de faroles de calidad inferior”, escribió Herrera, y agregó que la compañía “no hace compromisos en mejorar sus niveles de servicio o confiabilidad, o informar públicamente de su rendimiento”.

Los supervisores de San Francisco David Campos y Scott Weiner están copatrocinando una próxima audiencia sobre faroles con el Comité de Seguridad y Servicios del Barrio, la cual se programará en noviembre.

“En una audiencia anterior que tuve con la Junta de Supervisores hace más de un año, PG&E prometió actualizar su sistema y mejorar el tiempo de respuesta de reparación para que estuviera más en línea con el tiempo de respuesta de la PUC”, dijo el supervisor Weiner el martes pasado en una declaración enviada por correo electrónico. “Espero ver los resultados de estos esfuerzos en una audiencia de seguimiento en noviembre… si PG&E va a pedir un aumento en tarifa, necesitamos ver resultados de rendimiento que muestren que nuestro sistema de alumbrado está mejorado”.

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Greta Mart is a Bay Area-based newspaper reporter and freelance writer, and currently a student at the UC Berkeley Graduate School of Journalism. From 2005 to 2012 she was a staff reporter at two community newspapers in WA and CA, and has contributed to several Bay Area and Seattle area newspapers, as well as Pacific Yachting and Italy's Gulliver and La Republicca's D magazines. Greta holds a bachelor's degree from the University of Massachusetts at Boston and studied history at Trinity College in Dublin, Ireland. She lives aboard her sailboat at the Berkeley Marina.

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