Kyle Smeallie stands outside of a community meeting to address gentrification at the potential arrival of Jack Spade on 16th Street.

Un evento el pasado lunes por la tarde promocionado como una conversación abierta sobre los cambios en la Misión atrajo a una multitud de gente a una sala donde solo se podía estar de pie y a la que asistieron casi cien personas que expresaron sus preocupaciones entorno a una variedad de temas relacionados con lo que el Supervisor David Campos llamó “una historia de dos ciudades”.

“Hay una gran cantidad de riqueza y desarrollo económico pero hay una gran cantidad de gente a la que se está excluyendo… estamos en una encrucijada y esta comunidad necesitará organizarse para hacer un cambio”, dijo Campos antes de irse a otro evento.

Una campaña organizada con el nombre de “No a Jack Spade”, en oposición a la llegada del vendedor de ropa de lujo a la calle 16, el evento en el Eric Quezada Center for Culture and Politics en el 518 Valencia, abordó temas de indigencia, falta de oportunidades económicas para residentes desde hace tiempo viviendo en la Misión, el predominio de desalojos bajo la Ley Ellis, la especulación inmobiliaria, las excenciones tributarias para las compañías de tecnología y el desplazo de propietarios de negocios que han estado en el barrio desde hace tiempo.

Rose Aguilar, presentadora en el programa de llamadas telefónicas “Your Call” de KALW, declaró que esperaba que la noche conllevara a una acción colectiva. “No quiero terminar la noche sin hablar de lo que se puede hacer”, dijo Aguilar. “No quiero que se vayan más enojados de lo que ya están”.

Casi inmediatamente, los organizadores pidieron apoyo en una audiencia pública relacionada a los permisos de edificación de Jack Spade. La audiencia se llevará acabo el 9 de octubre a las cinco de la tarde en el Ayuntamiento. Asimismo, pidieron que se les apoye también en una protesta en contra de los desalojos que sucederá el doce de octubre a las dos de la tarde en la calle 24.

Aunque los oradores se centraron en diferentes temas, el evento reveló un pozo profundo de decepción en común e ira entorno al estado actual de los asuntos en la Misión.

“Esta era mi casa y ahora ya no existe, y estoy enojada”, dijo una señora durante una porción de comentarios del público en la tarde.

El evento tuvo un grupo de seis panelistas incluyendo a Mía González, propietaria de la Galería Encantada recientemente desalojada de la calle Valencia, quien habló de cómo las rentas en aumento han desplazado a propietarios de negocios pequeños. Gabriel Medina, gerente de políticas organizacionales de la Oficina de Desarrollo Económico de la Misión, habló de la falta de oportunidades de trabajo para residentes del barrio que llevan tiempo viviendo aquí así como de gente de color.

Oscar Grande de la organización PODER (Gente Organizada para Exigir Derechos Económicos y Medioambientales, por sus siglas en inglés) habló de la necesidad de asegurar que el suelo público se use para el bien común.

Erick Arguello, presidente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de la Calle 24, compartió preocupaciones sobre la especulación inmobiliaria que intenta sacar a los propietarios latinos de negocios que llevan tiempo en el barrio. “Tienen estas raíces y no se quieren ir, pero los están presionando”, dijo Arguello.

Laura Guzmán, del Centro de Recursos de Salud del Barrio de la Misión, habló sobre la gran población de indigentes de la Misión al decir que “no hay una verdadera solución a largo plazo en cuanto a vivienda, es un delito tener el nivel de pobreza que estamos viendo”.

Nickolas Pagoulatos, asistente legislativo del Supervisor Eric Mar, comenzó sus comentarios con esta directiva: “Enójense, señores. La rabia es algo bueno en especial frente a la injusticia”.

Pagoulatos declaró que Mar redactó hace poco una legislación que cambia cómo la ciudad define las franquicias, lo cual le dificultará a tiendas como Jack Spade abrir en la Misión.

Durante el periodo de comentarios, más de una docena de personas se acercaron al micrófono para compartir historias de desplazamiento y la falta de conexión que se siente con los nuevos residentes, muchos de los cuales trabajan en la industria tecnológica y andan abordo de los grandes autobuses que pasan por el barrio todas las mañanas y tardes.

Martina Ayala, educadora de artes en la Misión, declaró que para el próximo espectáculo artístico de Día de Muertos que está organizando el Centro Cultural de la Misión “estamos construyendo altares para negocios que ya no están con nosotros debido a las altas rentas, las organizaciones sin fines de lucro que han cerrado debido a la falta de dinero de becas”.

Los organizadores esperaban que el evento uniera a la gente de comunidades discrepantes y organizaciones para coordinar temas que unifiquen a todo el barrio.

“Necesitamos ver más allá de los temas individuales”, dijo Pagoulatos. “Estoy emocionado de ver esta bisección particular de gente en una sala”.

Un momento que indicó que esa noche se pudieron haber creado nuevas alianzas sucedió cuando el moderador preguntó si había alguien en la sala que tuviera contacto con los nuevos empleados en la industria tecnológica.

Chris Murphy, residente desde hace tres años en la Misión y empleado de la compañía start-up Zoomforth, levantó la mano. Murphy declaró ser parte de una nueva organización de trabajadores tecnológicos cuya compañía tiene base en la Misión. Su grupo, junto con la exsupervisora Christina Olague, ha comenzado a hablar de las obligaciones de las compañías tecnológicas con la comunidad en las que se encuentran.

“Ha sido muy reciente hasta ahora, pero nuestra meta es comenzar a hablar del papel de la tecnología en las comunidades en donde operan”, dijo Murphy. “Dado que no operamos tiendas de venta al por menor, es una idea inherentemente ajena a muchas compañías de tecnología el tener cualquier obligación con la comunidad en absoluto”.

Al final de la tarde, Jefferson McCarley de Mission Bicycle, quien es también director organizador de la campaña en oposición a Jack Spade, declaró que “hemos discutido una variedad de temas complejos, que se trasponen en maneras sofisticadas y son importantes para todos nosotros… la gente está muy frustrada, pero no está desesperanzada”.

Ayúdennos a continuar la cobertura de la comunidad: ¡HAGA UNA DONACIÓN YA!

Follow Us

Daniel Hirsch is a freelance writer who has been living in the Mission since 2009. When he's not contributing to Mission Local, he's writing plays, working as an extra for HBO, and/or walking to the top of Bernal Hill.

Leave a comment

Please keep your comments short and civil. Do not leave multiple comments under multiple names on one article. We will zap comments that fail to adhere to these short and very easy-to-follow rules.

Your email address will not be published. Required fields are marked *