El legendario cantante cubano Silvio Rodríguez, quien ahora tiene 63 años de edad, se presentará el sábado en Oakland en el Paramount Theater, después de haberse presentado la semana pasada en el Carnegie Hall en Nueva York. Conocido como el Bob Dylan de Cuba, Rodríguez ha sido un ávido partidario de la Revolución Cubana y líder del movimiento de la nueva trova –un estilo musical que combina la música tradicional y folclórica con letras políticas. En este viaje que realizó a los Estados Unidos, decidió poner énfasis en el interés de resolver las relaciones con los Estados Unidos y reconoció que la situación en su hogar no es perfecta.
“Hay muchas cosas en Cuba que han envejecido y que necesitan ser revitalizadas, pero prefiero criticar la realidad cubana cuando estoy en casa”, dijo Rodríguez en el Latin American News Dispatch.
Pero en su concierto en el Carnegie Hall de hace una semana, el periódico New York Times subrayó en su reseña que aunque Cuba casi no se mencionó, el cantante/cantautor mantuvo la política en el plato al dedicar la “Canción del Elegido” a los agentes cubanos en prisión que están aquí por “espiar a los grupos de derecha del exilio cubano en Miami; en Cuba son héroes”.
La capacidad de Rodríguez para haber obtenido una visa marca un gran cambio en el enfoque que tenía la Administración de Bush en cuanto a la isla. En el transcurso de los ocho años que Bush estuvo en el poder, a los artistas cubanos a menudo se les negaba la entrada a los Estados Unidos. Hoy día, la puerta vuelve a estar abierta, en parte a los esfuerzos de Bill Martínez, nativo de San Francisco.
Martínez, quien es abogado y productor de vez en cuando, ha sido el abogado de planta para obtener visas estadounidenses para músicos y artistas cubanos. También ha ayudado a asegurar que artistas estadounidenses obtengan permisos de viaje a Cuba. Desde la época de 1990, el nativo de San Francisco ha ayudado a cientos de artistas y músicos internacionales como Rodríguez a que vengan a los Estados Unidos, un proceso que intenta solventar el hueco cultural entre países.
Después de haber crecido en el Distrito del Excelsior y haberse graduado de USF y UC Hastings, Martínez comenzó a trabajar como abogado en la época de los 70 en el Colectivo de Abogados de la Comunidad ubicado en las calles 18 y Dolores.
¿Cómo se empezó a relacionar con los grupos cubanos musicales?
Empecé a ser reconocido como cubano desde el 93, cuando fui uno de los cofundadores de algo llamado el Encuentro de Canto Popular, un festival de nueva canción y nueva trova lo cual sería el equivalente a la época del amor y paz, Woodstock y todo eso que hacía uso de la canción para hablar del cambio social.
Desarrollamos ese festival para mantener esa tradición. Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés: todos estos son ejemplos de lo que sería el equivalente a Pete Seeger o Woody Guthrie, en donde usan la música y las canciones para tener una influencia en el cambio social.
En 1993, el Encuentro invitó al grupo cubano Mezcla al festival. Dos días antes de que la gira se supusiera que empezara, el departamento del estado me envío una notificación a la Asociación de Abogados de San Francisco, en donde yo trabajaba.
‘Encontramos su expediente, Sr. Martínez. Sabemos todo sobre estos tipos y no van a venir’
‘¿Cómo? Faltan dos días para la gira, esto va a sorprender a todo mundo, ¿me puede dar algo por escrito, para que le pueda avisar a los presentadores?’
Dennis Hayes era el presidente de la administración encargada de Cuba en el año ’93, y Dennis Hayes dijo: ‘No tengo que mostrarle nada por escrito. Son cubanos y eso es todo lo que necesita saber’. Y me colgó.
De ahí en adelante, mi vida cambió. Decidí que simplemente no podíamos aceptar esa respuesta; nos merecemos más.
De cualquier manera, terminamos haciendo el concierto con artistas locales y Carlos Santana y algunos miembros de su grupo en lugar del grupo Mezcla. Fue un evento increíble. Fue la primera vez que sucedió algo relacionado a lo latino en el Teatro Yerba Buena.
¿Hace cuánto tiempo que ha estado trabajando en el campo musical?
El primer concierto en el que contribuí fue en el ’72. Fue un concierto en el que Marcos Gutiérrez y otros en USF, junto conmigo, recaudamos becas para estudiantes latinos. Como muchos de estos conciertos, terminamos sin casi nada de dinero al final pero logramos una concientización.
Fue en el Teatro Kabuki. En ese entonces había una discoteca ahí y todo era grupos de rock latino: la primera vez que el Kabuki tuvo ese tipo de evento.
¿Qué sucedió durante el periodo de Clinton?
No hubo aprobaciones para los años del ’93 ni ’94 para Mezcla… Presentamos una demanda federal en el año del ’93 después de que nos negaron las visas. Aunque dicha demanda federal estaba pendiente, no dejamos de empujar los límites en ningún momento.
En 1994 o ’95 logramos que el músico de los timbales de Los Van Van, Changuito, viniera y realizara los talleres. Después, formamos Iraquere West.
Iraquere es uno de los grupos más famosos y legendarios de Cuba. Por lo que haber tenido a Changuito como palanca hizo posible que cuatro personas de Iraquere hubieran venido a los Estados Unidos y trabajaran con cuatro artistas locales: John Santos, Armando Peraza, Negro Hernández y Santana.
Después de eso, la productora de Bill Graham trajo al resto de Iraquere. Una vez que Iraquere estuvo adentro, pensamos ‘bueno, vamos a traer a Los Van Van’. Y no sólo los trajimos, ya había alguien en Nueva York, sino que los trajimos a la costa oeste y tuvimos un gran espectáculo en Maritime Hall. Esto fue en el ’97.
Durante esa época, en la administración de Clinton, finalmente pudimos traer a todas las personas que queríamos: Buena Vista Social Club, Orquesta Aragón, Cubanismo, es una larga lista… Después, la puerta comenzó a cerrarse con la Administración de Bush.
¿Trajo a muchas personas desde Cuba durante el periodo de Clinton?
Con Music Bridges trajimos a 50 artistas a Cuba en el mes de marzo de 1999 durante la administración de Clinton… incluyendo a Jimmy Buffet, Bonny Raitt, Burt Bacharach, Peter Frampton, Gladys Knight, Lisa Loeb… fue estupendo. Al mismo tiempo estuvieron los Baltimore Orioles jugando en el equipo nacional cubano… Hollywood, béisbol, música: presenciamos una gran época.
¿Qué sucedió cuando la administración de Bush entró a la presidencia?
Hasta el año 2004, el bloqueo fue de manera informal. Pero poco a poco se puso más difícil. Hicieron algo en el sistema que equivalía a un rechazo, el estado simplemente no respondía, no fue muerte por negligencia sino muerte por espera…
El 5 de febrero de 2004, el Buena Vista Social Club estaba esperando sus visas para asistir a los premios Grammy –no iban a tocar, simplemente iban a asistir al evento, como cualquier otro nominado, en caso de que recibieran el premio.
El 5 de febrero, el Departamento del Estado envió una carta diciendo que por medio de la presente se negaba la visa a través de una orden ejecutiva. Oficialmente estábamos invirtiendo la política de individuo a individuo que sucedía en la administración de Clinton y estábamos regresando a algo llamado el edicto de Reagan –emitida en 1985- en la cual todos los artistas cubanos son empleados o agentes del gobierno cubano o miembros del Partido Comunista, y por lo tanto no son elegibles para entrar a los Estados Unidos. Eso existió durante la administración de Clinton, pero durante dicha administración ellos tenían el poder de renunciar a la ley.
¿Acaso era ley el edicto Reagan?
Eso era parte de nuestro caso de Mezcla, nuestra demanda de Mezcla (después de que se nos hubiera negado en el ’93)…
El abogado para el gobierno federal era como Colón. Vestía un impermeable. Parecía como si lo hubiera arrugado adrede antes de entrar al tribunal. Era muy descuidado.
‘Su señoría, están diciendo que no podemos [prohibirle las visas a Mezcla por medio del edicto, dijo el procurador federal], pero tenemos una absoluta discreción ejecutiva y no nos pueden tocar’. Y el juez estaba como ‘grrr’, y nosotros hacíamos ‘grrrr’, pero él tenía razón.
Bajo el interés de seguridad nacional –y esto fue antes del 11 de septiembre- siempre podrán regresar y usar eso…la absoluta discreción ejecutiva…y se lo pueden negar a todos los cubanos.
En ese entonces, lo único que sucedió –puede ser que haya habido algunas excepciones de las que no estoy conciente- era que había una anomalía. Pudimos asegurar una licencia [para viaja a Cuba en 2004] para el grupo de rock que se llamaba Rage Against the Machine, pero se cristalizó cuando se convirtieron en Audioslave [Audioslave tenía a un cantante diferente].
¿Cómo le dio la vuelta a la petición para hacer que Audioslave fuera a Cuba?
Usé las palabras [del gobierno] para obtener la licencia. Como decimos en el negocio: denles lo que quieren.
[Roger] Noriega era el muchacho tras bambalinas que dirigía la política relacionada con Cuba para la Administración de Bush. Dijo, la política de nuestro gobierno está basada en la ‘aceleración de una transición hacia la democracia’. …encaja en una estrategia lúdica en la que los Estados Unidos dice que quiere acelerar la transición hacia la democracia creando una inestabilidad dentro de la población cubana. Enviémosle un mensaje a los cubanos para decir qué tan mejor están las cosas en los Estados Unidos, qué tan maléfico es su país, [de acuerdo con Noriega].
A sabiendas de que Noriega había dado este discurso sobre lo que teníamos que hacer con el corazón y la mente de la población cubana, qué mejor manera de atrapar los corazones y mentes de la próxima generación que por medio de la música rock.
¿Qué ha pasado desde que Obama entró en el poder?
Introducimos casos experimentales en el sistema a principios de febrero de 2009. Presentamos la solicitud para el grupo Septeto Nacional. Al mismo tiempo pusimos las solicitudes para las visas, presentamos solicitudes para licencias para gente que quería venir a Cuba desde los Estados Unidos… teníamos un grupo de rock famoso del que no les puedo contar, porque después de un año todavía está pendiente, un coro de ex-alumnos de Yale que todavía está pendiente.
[El año pasado] el Departamento del Estado no estaba listo todavía para aprobarlo, pero supimos que iban a comenzar a aprobar las cosas por como se sentía el ambiente, la respuesta que estábamos adquiriendo incluso cuando llamábamos por teléfono y escuchábamos la voz del otro lado de la línea, incluso cuando pedíamos por alguien la respuesta era muy diferente.
Con la Administración de Bush uno obtenía un no como respuesta, un contestador, o simplemente ‘no, no, aquí no, blah blah blah, grr’.
Esta vez bajo la Administración de Obama, la gente en el departamento de relaciones de Cuba decían ‘queremos comenzar a aprobar cosas, pero estamos bajo una reorganización’. Honestamente, miré el teléfono y pensé que había marcado el número equivocado.
El primer caso que la Tesorería aprobó fue la Filarmónica de Nueva York [para que viajara a Cuba], entonces después de eso supimos que las licencias se aprobarían.
Pero al final, [la Filarmónica de Nueva York] no fue porque vieron eso en su notificación de aprobación que los patrocinadores de las artes también querían viajar. Y dijeron ‘oiga, los artistas pueden ir, los productores pueden ir, el equipo técnico puede ir, pero los patrocinadores no porque sólo irán a pasear y hacer cosas turísticas. No vamos a permitir cosas turísticas”.
Así que la clave en obtener una aprobación de licencia es estar seguro y decir que nadie va a divertirse. Entonces lo aprobarán.
Y así hice que aprobaran a Calle 13 [de Puerto Rico]… El grupo Calle 13 se suponía que se presentara en el mes de diciembre, pero no obtuvieron aprobación a tiempo y tuvieron que ir en marzo a Cuba.
¿Qué hay de los músicos cubanos que vienen a los Estados Unidos bajo la presidencia de Obama?
Al mismo tiempo que estábamos presentado las solicitudes al departamento de la tesorería, estábamos presentando muchas solicitudes de visa…
¿Y la fiesta de cumpleaños de Pete Seeger?
Alrededor de finales del mes de marzo, vi en el New York Times o algo así un artículo sobre el cumpleaños número 90 de Pete Seeger. Iba a ser en el Madison Square Garden. Enlistaba a todos estos grandes artistas: Bruce Springsteen, Rage Against the Machine, todos estos muchachos iban a estar ahí, pero Silvio Rodríguez estaba enlistado como uno de los artistas que se iban a presentar.
Y dije ‘wow’, este muchacho lo logró, ¿cómo? Y llamé al festival y dije, ‘Hola, soy Bill Martínez. He estado haciendo este trabajo desde hace mucho tiempo y tengo algunos casos de prueba, Silvio va a ser el primero que aprueben, ¿cómo lo hicieron? Y me dijeron ‘bueno, apenas vamos a pedir la visa’. Esto fue en marzo, el concierto era en mayo, y ¿apenas estaban empezando?
Necesitaron ayuda para lograrlo, entonces el cumpleaños de Pete era el cuatro o cinco de mayo y había un espectáculo de boletos agotados, 140 artistas, todos ellos superestrellas que iban a estar en la fiesta. A Silvio no le dieron su visa a tiempo. La visa fue aprobada, pero su autorización no se la dieron hasta 10 días después del cumpleaños de Pete [demasiado tarde]… pero las buenas noticias fueron que nos pusimos en contacto con varias personas y tuvimos una gran comunicación con el Departamento del Estado y la Sección de Interés de los Estados Unidos, la cual es el equivalente al consulado en la Habana, ya que hasta este día no teníamos relaciones formales diplomáticas con Cuba, no hay consulado.
Podía verlo claramente que iban a aprobar estas ahora… Septeto Nacional fue aprobado, tuvieron un gran espectáculo en Yoshi’s, cinco espectáculos en cuatro días; Silvio fue aprobado, Charanga Habanera, Carlos Varela, Manolito Simonet y Su Trabuco, Mezcla –el grupo que me metió en esto desde el principio…
La única diferencia, y la batalla que no vamos a poder cambiar hasta que nos libremos del embargo… es que todavía existe un proceso extraordinario de autorización que siempre causa un poco de duda…
Es una molestia que tengan que pasar por la autorización adicional, que un artista de Irlanda o de cualquier otro país de Latinoamérica no tenga que pasar por eso. Todavía tenemos que sufrir ese retraso. ¿Cuál es el fundamento del retraso? Cuba todavía es considerada un patrocinador estatal del injusto, ilógico y loco terror.
Y uno tiene que preguntarse cuándo fue la última vez que Cuba amenazó con bombardearnos o hacernos algo. ¡Nunca! No sucedió.
¿Se le podrá pagar a los músicos cubanos cuando vengan a los EE.UU?
Obtienen hotel, transporte y un monto diario –artículos de comida y cosas que necesiten para su visita- pero no se les puede pagar. Las ventas de discos son diferentes, hay una excepción con las regalías…
La ley siempre ha permitido la distribución y venta de arte cubano, discos y libros bajo la Ley Berman.
Howard Berman ha sido un gran líder en defender los derechos de todos los artistas, no sólo los cubanos, que no debe de haber leyes que restrinjan el libre flujo de información… El ala ejecutiva no puede restringir de manera constitucional el libre flujo de información…
Si lo que compró lo intenta llevar a los EE.UU –por ejemplo, si tiene una licencia para ir a Cuba- la manera de denunciar que algo cumple con las bases o no, es si lo tiene escrito…si una playera lo tiene escrito.
¿Dónde comenzó?
En realidad siempre quise ser abogado, desde la escuela primaria, en Luther Burbank, me acuerdo hasta el día de hoy. Cuando solía jugar béisbol, pensaba que quería ser abogado; quiero luchar por la gente.
Así que el primer lugar a donde fui a buscar trabajo fue en el Colectivo de Derecho para la Comunidad en las calles 18 y Dolores…
Alrededor del año ’79 fui al New College. Me convertí en el Decano de Ingresos y una persona de apoyo académico. De ahí me fui a la Asociación de Abogados de San Francisco en la que estuve durante diez años más o menos para ayudar a encontrar abogados que trabajaran de manera gratuita para la gente indigente en la ciudad; ayudamos a miles y miles de personas a que encontraran a un abogado. [Martínez continuó ayudando a músicos en esa misma época].
Alrededor del ’93 y ’94 cuando las cosas se estaban poniendo difíciles con todo este asunto de Cuba, me llamaban periodistas por teléfono y tuve que comenzar a concentrarme en esta cultura e intercambio laboral… abandoné la asociación de abogados porque me estaba distrayendo… comencé a sacar visas para artistas.
¿Con qué otros países ha trabajado?
Con todos los país, casi. Realizo todas las visas para el Festival Internacional de Artes de San Francisco. En el más reciente, hubo artistas de Siria, Francia, Rusia, Japón. Le he ayudado al Ballet Ruso, le he ayudado a grupos de mariachi.
¿Qué hay de Irán?
Irán, sí. Creo que no he hecho nada con artistas de Groenlandia.
La mayor parte de lo que sucede es mecánico; si uno sigue el proceso de manera apropiada, uno lo puede lograr. El [problema] clave es ese, si el país del que vienen es o no un estado que tolere tácticas de terror. Otro de los problemas es si su nombre suena a conflicto, porque puede que sea parecido al de alguien que sea un terrorista. Si su nombre es Mohammed algo, uno va a tener más problemas.
¿Qué pasos adicionales tiene que tomar cuando está trabajando con un país que tenga tolerancia ante tácticas de terror?
Uno tiene que disipar todas estas suposiciones sobre lo que va a estar haciendo cuando lleguen. Y como son un estado que tolera tácticas de terror, lo único que puedo hacer es seguir llamando o enviando cartas o trabajar con la oficina local del congreso.
¿No sólo se trata de llenar formas?
Así es. La mayor parte de los abogados no van a aceptar sólo eso. No cobró de la misma forma que otros abogados lo hacen…
¿Sólo trabaja usted con artistas?
Sólo hago visas para artistas. Algunas veces ayudo a otros. O tramito licencias para viajar a Cuba.
¿Alguna vez se sintió arriesgado? ¿Hubo alguien que lo hubiera perseguido o que se hubiera sentido molesto por lo que usted ha hecho?
Ah, sí. Todo el tiempo. Ahora ya no tanto, pero recibo correos electrónicos. Algunas veces no me los envían directamente a mí, sino a otros en el juego. Incluyendo a artistas que yo respetaría como artistas, pero como personas no son justas. Paquito D’Rivera es un gran artista cubano, pero condena el trabajo que hacemos al decir ‘Ah, ustedes son títeres del sistema’, sin haber escuchado nuestra versión, que es una cultura de comunicación.
Lo que sucede cuando no hay comunicación, ya sea en una relación frente a frente, una relación familiar o laboral, si uno no tiene comunicación, lo único que tiene es un rumor y malos sentimientos, y nada se arregla.