Una vez más, el día martes el camino hacia la legalización para miles de estudiantes indocumentados no se pudo clarificar ya que el Senado votó 56-43 contra una moción para continuar con un proyecto de ley para el presupuesto de egresos que se hubiera usado para lograr que la ley DREAM (Ley de Fomento para el Progreso, Alivio y Educación para Menores Extranjeros) se aprobara.
Alrededor de 65,000 estudiantes indocumentados se gradúan de preparatorias estadounidenses cada año. La ley DREAM, en la cual el senador Harry Reid planeó haber adjuntado al proyecto de ley de protección, el cual hubiera ofrecido una oportunidad a que dichos estudiantes obtengan un estatus de residente permanente.
“Son estudiantes con las mejores notas, con honores, y lo único que quieren hacer es ir a la universidad y contribuir a la sociedad pero debido a las leyes actuales no lo pueden hacer”, dijo Lisa Chen, abogada para la comunidad con el Centro de Derecho Asiático en San Francisco.
La ley DREAM tuvo un apoyo bipartita cuando se presentó por primera vez en el Congreso en 2001. En la actualidad, la legislación ha recibido mucha atención en el Senado desde que en 2007 se votó 52-44. Debido al voto de ayer, el avance en el proyecto de ley se alentará hasta, por lo menos, después de las elecciones.
“Esto no es una derrota”, dijo Chen minutos después de que se hubiera anunciado el voto en un mitin congregado afuera de la oficina de la senadora Feinstein en San Francisco. “Todavía vamos a tener una oportunidad después de las elecciones en noviembre. Esto es algo por lo que seguiremos luchando”.
Charly, un alumno indocumentado de último año en la Universidad Santa Clara observó nerviosamente el seguimiento al voto desde la televisión de su casa. Sus papás lo trajeron desde México para vivir en la Misión cuando tenía 9 años de edad. Recordó como le costaba trabajo el Inglés. “No me podía comunicar con los profesores. Simplemente me juntaba con los otros niños inmigrantes”, dijo.
Pero los jóvenes trabajaban duro. “Sacaba A y B. Me sentía motivado a hacer algo más en lugar de sólo pasar el tiempo”.
Destacó en clases de crédito universitario ofrecidas en la Preparatoria Misión, pero debido a su estatus no pudo solicitar ayuda financiera federal, lo cual limitó sus opciones universitarias. Recibió una beca para alumnos indocumentados que querían asistir a la Universidad de Santa Clara. Aún así, sus opciones son limitadas.
“Estoy petrificado de que una vez que me gradúe no pueda usar nada de lo que aprendí durante los últimos cuatro años. Saber que no puedo trabajar no nada más me espanta sino que me entristece”.
Leticia Silva, orientadora en la Universidad Comunitaria en San Francisco, ha conocido a muchos estudiantes que se enteran que son indocumentados una vez que terminan la preparatoria.
“Una vez que van a la Universidad Comunitaria, se dan cuenta que no pueden trabajar, y entonces es muy difícil pagar por la universidad. No pueden obtener ayuda financiera”, dijo y añadió que a menudo los escucha decir “Bueno, ojalá que con la ley DREAM, ojalá”.
La legislación estatal de California ha aprobado la versión estatal de la ley DREAM que le permitiría a los alumnos indocumentados solicitar ayuda financiera para universidades públicas. El Gobernador Schwarzenegger ha vetado la legislación tres veces durante los últimos cinco años. El proyecto de ley se encuentra de nuevo en la oficina del gobernador, a la espera de una decisión.
Eric Quezada, miembro de la Coalición del Área de la Bahía en San Francisco para la Reforma Inmigratoria, dijo que el siguiente avance estratégico a nivel nacional se realizará probablemente durante una sesión de congreso saliente después de las elecciones de noviembre.
Quezada le atribuye gran parte de la reciente situación a la movilización de alumnos indocumentados en el país.
“Esta fue la primera vez que nuestro movimiento, en términos de llamadas, faxes, correos electrónicos, cartas a congresistas, que estamos a nivel de nuestra oposición. En 2007, estaban 20 a 1”, dijo Quezada a un grupo de estudiantes desanimados reunidos el día de ayer en la oficina de Feinstein.
“En esta situación en particular, creo que ganaremos aunque hoy no hayamos ganado el voto”.

