El guarda de seguridad Michael Earl-Wayne Anthony describió a los detectives de homicidios una vida de inestabilidad en la vivienda y enfrentamientos con la policía en los años anteriores al 27 de abril, cuando disparó y mató al presunto ladrón Banko Brown.
Cuando le informan de la muerte de Brown, Anthony sacude la cabeza y se cubre la cara con las manos. “Esto no puede estar pasando. Acabo de tirar toda mi vida por la borda”. Luego rompe a llorar.
En particular, Anthony describe a su empleador, Kingdom Group Protective Services, que le imponía normas incoherentes mientras esperaba que sus guardias se procuraran y mantuvieran sus propias armas de forma independiente.
El guarda mantiene que su respuesta fue correcta.
“Siento que no estaba, ya sabes, equivocado”, dice sobre disparar a Brown. “Porque no sé qué esperar [en esa situación]”.
El lunes, la fiscal del distrito Brooke Jenkins pareció estar de acuerdo y declinó presentar cargos contra Anthony.
La investigación de la declinación
Inmediatamente después del tiroteo, Anthony rechazó su derecho a un abogado y habló durante horas sobre su vida y el instante anterior al tiroteo.
En la trastienda de Walgreens, Anthony dice que ha trabajado como guarda de seguridad durante los últimos 15 años, desde que tenía 18, y que empezó a llevar un arma en el trabajo a los 19 años.
Anthony describe una juventud inestable creciendo en East Oakland. “Mis padres nunca trabajaron. Yo era el único que trabajaba. Mi padrastro… se drogaba”. En 2014, Anthony fue acusado de dos delitos menores relacionados con robos en tiendas. Dice que hace poco se separó de su mujer y tuvo problemas económicos, como el robo de su coche hace un par de meses.
La noche del 27 de abril, Anthony iba armado con dos pistolas: Una estaba oculta, aunque la licencia de Anthony para portar armas ocultas aún está pendiente de aprobación.
Cuando se le pregunta si lleva “equipo menos letal”, Anthony responde que no.
El día del tiroteo
“¿Te dio un puñetazo?” Preguntan los detectives. “No estoy seguro de que lo hiciera”, responde Anthony. “¿Le diste [tú] un puñetazo?”. “No.
Las imágenes muestran claramente que Anthony golpeó a Brown varias veces momentos después de su contacto físico inicial.
Anthony afirma que Brown le amenazó varias veces con apuñalarle, una declaración que ningún testigo pudo corroborar.
Durante el forcejeo, una testigo, que se encontraba a 25 pies de distancia, declaró que oyó a Brown decir: “suéltame y lucharé contigo uno a uno”.
En el vídeo, Anthony suelta a Brown de lo que él llama un “movimiento de estrangulamiento”, y Brown procede a recoger su bolso, dejando atrás parte del contenido que se derramó por el suelo.
Uno de los detectives de la policía pregunta: “Si [él] estaba diciendo: ‘Te voy a apuñalar’, ¿por qué le dejaste ir? ¿Pensaste que tal vez eso le daría la oportunidad de apuñalarte?”.
Anthony trastabilla un momento y responde: “Después de que [él] empezara a hablar de apuñalarme. Todo lo que hice fue crear distancia”.
Mientras Brown se retira de la tienda, Anthony sigue avanzando hacia él.
Banko “estaba fuera de la tienda”, dice Anthony, “pero cuando [él] comenzó a avanzar de nuevo dentro de la tienda, fue cuando desenfundé”.
Pero el vídeo muestra que Anthony ya tenía su arma desenfundada en ese momento.
Anthony, por su parte, dijo que no se sentía más seguro sólo porque Brown midiera 20 centímetros menos que él. “No me baso en el tamaño o lo que sea. Eso no significa nada”.
Al final de las entrevistas, Anthony se muestra consternado ante la idea de haber matado a alguien, expresando su arrepentimiento.
“Lo siento mucho. Lo siento mucho”, dice.