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Era una mañana de lunes normal en la vida de Roque Hernandez cuando el cámara de Univisión y periodista veterano fue asaltado mientras trabajaba en un reportaje en el distrito de Mission, donde ha trabajado y vivido durante más de 30 años.
Hernandez dijo que el incidente ocurrió sobre las 10:45 de la mañana en el lado este de Mission Street, entre las calles 23 y 24. El asaltante salió de un coche en el que se encontraba. El agresor salió de un coche manejado por otro hombre y se acercó a Hernandez.
Tras un breve altercado, durante el cual Hernandez se resistió a entregar su cámara de vídeo y suplicó al asaltante, se dio cuenta de que el chófer salía del coche.
“Fue entonces cuando tuve miedo de que llevara algún tipo de arma y solté la cámara”, relató Hernandez.
El ladrón y su conductor huyeron del lugar en un Kia blanco. Hernandez no resultó herido en el incidente, pero perdió sus lentes.
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Luís Megid, colega de Hernandez en la misión, se encontraba en el interior de un coche sin matrícula de Univisión que utilizaban para la misión, un reportaje en el que se entrevistaba a los residentes sobre el asesinato de 10 personas en una sala de baile de Monterey Park este fin de semana.
Hernandez, que trabaja para el programa diario de Jorge Ramos en Univisión, dijo que es la primera vez que le ocurre algo así en el distrito de la Misión, que considera tanto su residencia como su lugar de trabajo.
Añadió que cree que su comunidad cuida de él, y que no quiere separarse del barrio contratando a un guardia de seguridad, algo que, según dice, la policía le ha sugerido hoy que estudie.
“No trabajaremos con un guardia, porque creemos que nuestra comunidad cuida de nosotros, el barrio nos conoce y nos ve y nos respeta. Nuestro guardia es nuestro barrio”, dijo.
Aunque la gente no intervino durante el robo, muchos vecinos y propietarios de tiendas se acercaron a apoyar a Fernández y le preguntaron si se encontraba bien después del incidente.
“La Misión es mi casa, el lugar donde como, vivo y también mi pulso, es el lugar donde transcurre toda mi vida, y es la primera vez que me ocurre algo así”, afirmó.
Fernández vive muy cerca de donde se produjo el incidente.
“Pueden reemplazar mi cámara, pero tengo miedo de que estos agresores y los jóvenes en general no entiendan el valor del periodismo en este barrio”, afirma. Fernández también señaló que “un ataque contra mí es un ataque contra todos, contra la gente que no ve el valor del periodismo.”
Cuando se le preguntó si se siente inseguro en su barrio y en su lugar de trabajo, Fernández dijo que está más triste que asustado, lamentando que esto le haya ocurrido a él y sabiendo que puede ocurrirle a otros colegas. Espera que el seguro de la empresa cubra el coste de una nueva cámara, pero reconoció que puede llevar algún tiempo reemplazarla.
“La Misión siempre ha sido peligrosa, pero yo he estado aquí en las buenas y en las malas, y éstas son mis calles, y me siento cómodo en mi casa”, dice. “No creo que las cosas hayan empeorado; la amabilidad y el buen rollo de la gente siempre forman parte de la Misión, especialmente de la comunidad latina”.
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