Everett Middle School. Photo by Lydia Chávez

Escuche este artículo en español. Este artículo se publicó por primera vez en inglés el 26 de abril aquí.

Tras las acusaciones hechas recientemente en Mission Local sobre estudiantes difíciles que golpearon a dos maestros de la Escuela Secundaria Everett y las quejas de madres de familia preocupadas por la seguridad y la educación de sus hijos, unos 10 educadores y personal actuales se presentaron para defender a la escuela y a la directora, aunque reconocieron que hay dificultades pertinentes a la escuela Everett.

Si bien insistieron en que los problemas que aquejan a Everett (recursos limitados, escasez de maestros sustitutos y renuncias de maestros) distan mucho de ser los únicos, también reconocieron que la escuela secundaria carece de suficientes recursos del distrito para hacer frente a un alto grado de estudiantes necesitados.

“Esto va mucho más allá de nuestra escuela”, dijo la trabajadora social de Everett desde hace 14 años, Bridget Early. Los estudiantes que regresan al salón de clases después de casi dos años de estar encerrados en casa han tenido problemas para reajustarse, dijeron varios maestros, lo que genera problemas de comportamiento y conflictos. Esto, junto con la ausencia de maestros, complica aún más las cosas.

“Hemos pedido el apoyo del distrito; creo que el distrito también está en la misma situación”, dijo Early.

Según el sistema de niveles del Distrito Escolar Unificado de San Francisco para las necesidades conductuales, Everett se clasifica como una escuela de nivel 3 con el nivel más alto de necesidades. Con más de 630 estudiantes matriculados y más del 20 por ciento de los estudiantes que necesitan apoyo de educación especial, Early dijo que Everett es la escuela secundaria con mayores necesidades en el distrito.

La escuela tiene alrededor de 70 personas en personal, según la portavoz del distrito, Laura Dudnick. Sin embargo, no está claro cuántos son maestros de tiempo completo en comparación a otras personas del personal.

Dudnick no confirmó la cantidad exacta de maestros de tiempo completo y paraprofesionales de apoyo en Everett, ni tampoco cuántos maestros renunciaron este año escolar; sin embargo, un comunicado de prensa del distrito dijo que las tasas de reemplazo de maestros en todo el SFUSD son consistentes con las del año pasado, y además, más bajas que antes de la pandemia.

Los estudiantes de Everett son 70 por ciento latinos, con 44 por ciento del cuerpo estudiantil como aprendices de inglés, 62 por ciento con “desventajas socioeconómicas” y solo alrededor del 30 por ciento cumple con los estándares de nivel de grado en 2019.

No obstante, el apoyo para esta variedad de necesidades no existe.

Muchos estudiantes con necesidades especiales en Everett requieren un educador paraprofesional, pero se quedan sin la ayuda adicional debido a la falta de personal, dijo Early. “No creo que el distrito lo esté haciendo a propósito, pero no tenemos el apoyo”.

Además, en un año con incidentes violentos más frecuentes que en años anteriores, la directora del departamento de ciencias, Traci Wrycza, dijo que se necesita más seguridad para poder intervenir cuando estalla la violencia.

“Definitivamente hay una gran necesidad de cambio”, dijo. Wrycza ha intervenido personalmente para desescalar las situaciones en la escuela y ha pedido ayuda cuando la necesitó, pero también se ha dado cuenta de que los días en que el distrito envía a un trabajador del Programa de Intervención de Violencia a la escuela, “todo se siente más ligero”.

Dado que esa ayuda adicional a menudo no está disponible, y no todos los maestros se sienten cómodos con involucrarse en un altercado físico, algunas situaciones se salen de control, lo que resulta en casos en que los maestros se lesionan o se van de la escuela.

La exmaestra de informática Yesi Castro-Mitchell le dijo a Mission Local que un estudiante la golpeó tan fuerte que perdió el 75 por ciento de audición, y cuando pidió que transfirieran al estudiante, la escuela terminó por tomar represalias contra ella.

Castro-Mitchell dijo que no le informaron que el nuevo estudiante tenía necesidades especiales. Después de que se publicó el artículo en inglés la semana pasada, un empleado de Everett le dijo a Mission Local que el distrito no había informado a la escuela que el estudiante en cuestión tenía necesidades que requerían atención especial. El distrito escolar no hizo comentarios sobre estas afirmaciones.

El exmaestro de música Ethan Walker dijo que varios estudiantes lo agredieron física y verbalmente y que recibió una amenaza con un arma; además, dijo que el seguimiento de la escuela fue inadecuado y dijo que en al menos un caso la escuela trató de encubrir alguna agresión.

Si bien Walker evidentemente no era del agrado de otros maestros en Everett, y tanto Walker como Castro-Mitchell eran vistos por excolegas como casos atípicos que la administración manejó de forma adecuada, nadie con quien Mission Local habló negó las acusaciones de agresión física, amenaza y acoso en el aula.

Mientras tanto, el distrito escolar se ha negado a comentar sobre estos incidentes al citar que tienen una obligación de proteger la privacidad de los estudiantes.

La escuela se apega a la política del SFUSD en cuanto a las prácticas restaurativas y de desescalamiento al evitar suspensiones disciplinarias siempre que sea posible. El manual del SFUSD deja en claro que los administradores escolares deben ser particularmente cuidadosos al disciplinar a estudiantes negros o de otros grupos de estudiantes de forma en que sea desproporcionada, y señala que “antes de la suspensión de un estudiante afroamericano [o cualquier otro grupo que los datos del distrito identifiquen como el más desproporcionado en relación a la disciplina], la escuela debe comunicarse con el Asistente del Superintendente o su designado, quien se asegurará de que las intervenciones de base se hayan agotado y documentado”.

Early dijo que ella se involucra cuando la mayoría de los incidentes violentos ocurren en la escuela y, que además, ha realizado “miles de juntas restaurativas” con estudiantes este año, a los que trae terapeutas y trabajadores de intervención de violencia.

A veces funcionan, y a veces los estudiantes terminan suspendidos. “Y entonces, ¿qué podemos hacer?” preguntó Early.

Students. Parents. Guardians. End of Day. Everett Middle School. Reopening.
Estudiantes salen de Escuela Secundaria Everett y se reúnen con sus padres el 16 de agosto al final de su primer día de clases presenciales del semestre de otoño de 2021. Foto de David Mamaril Horowitz.

Actualmente, la escuela Everett recibe una subvención a través de una Iniciativa de Salud y Bienestar para brindar servicios de salud mental y bienestar a varias escuelas secundarias del distrito. La iniciativa, financiada por una donación privada, es una asociación entre el distrito y el Departamento para Niños, Jóvenes y sus Familias.

La directora Esther Fensel, quien anunció su renuncia la semana pasada, dijo que la escuela se ha visto afectada de manera desproporcionada por la pandemia “en términos de raza, clase y privilegio”, y dijo que la escuela o el distrito por sí solos no pueden resolver los problemas de Everett: “nosotros también necesitamos recursos y apoyo de la comunidad”.

El asesor estudiantil y director deportivo Rubén Urbina, quien ha estado en Everett desde hace 39 años, dijo que la ayuda llega de vez en cuando: la escuela fue designada como una escuela DREAM y en 2010 recibió una subvención federal de $4.5 millones; con eso, la escuela mejoró. Pero nunca dura, dijo Urbina: “Cuando suben los puntajes de las pruebas, te lo quitan”.

Durante el periodo de la subvención federal y una extensión de tres años de asistencia adicional, Tracy Gallardo, quien ahora es asistente legislativa del Supervisor del Distrito 10, Shamann Walton, trabajó para Everett como coordinadora de la escuela comunitaria. El dinero, dijo, marca una gran diferencia en la cantidad de programas y la asistencia que se podía ofrecer: asistentes de enseñanza, consejeros, educación para padres y una gran variedad de programas extracurriculares.

“Éramos como la opción número uno de muchas personas, y luego la administración comenzó a sacar a los maestros de color y [los maestros] no se sintieron apoyados”, dijo Gallardo sobre los años posteriores a los que se acabó el dinero adicional. “Yo también fui una de los que se fueron”.

“Perdieron su visión y camino [para ser una] escuela comunitaria”, agregó, refiriéndose a los múltiples servicios que proporcionaba el dinero adicional.

Gallardo culpó a la administración de 555 Franklin St. por no apoyar a los administradores y maestros de Everett.

Padres opinan que la escuela tiene muchos problemas

Rachel Pechter, una terapeuta ocupacional cuyo hijo visitó a un trabajador social de Everett en ocasiones, dijo que el apoyo que ofrece la escuela es de alta calidad.

No obstante, estuvo de acuerdo con Wrycza y Early en que la escuela enfrenta una serie de desafíos a varios niveles, incluido un director relativamente inexperto y un apoyo “completamente inadecuado” del distrito escolar.

Pechter señaló el “problema de siempre” de las escuelas formadas predominantemente por estudiantes de color que no reciben recursos ni abogacía. Ella ya sabía que su hijo pasa tiempo navegando en YouTube mientras está en la escuela.

“Las escuelas blancas tienden a obtener lo que quieren”, dijo, y agregó que su otro hijo, que asiste a la Escuela de Artes Ruth Asawa en San Francisco, ve que los puestos de maestros y sustitutos se llenan mucho más rápido.

En el transcurso de este año escolar, la escuela Everett ha perdido al menos a nueve maestros, y las clases que no tienen maestro o sustituto comúnmente se dividen y los estudiantes se dispersan a otras clases. Mission Local se ha comunicado con el distrito para comparar la escasez de maestros y sustitutos en Everett con otras escuelas.

Sin embargo, incluso si los empleados de la escuela Everett hacen todo lo posible para mantener la escuela a flote, muchos padres y madres no terminan por ver ese esfuerzo y, en cambio, solo ven otro lado más oscuro: que sus hijos son acosados ​​y que se quedan rezagados en el salón de clases; y que hay una falta de estructura y una administración inaccesible.

“Traigo [a mi hijo] aquí porque no tengo otra opción. Si tuviera el dinero obviamente no lo tendría aquí, lo llevaría a otra escuela”, dijo una señora llamada Rosa, quien le mostró a Mission Local las heridas en el brazo de su hijo que asiste a sexto grado el lunes por la mañana cuando lo dejó en la escuela. Mission Local no pudo confirmar que el estudiante resultó herido en la escuela, pero la mamá claramente creía que ese era el caso.

La semana pasada, dos niños agredieron al hijo de Rosa, otro día los compañeros de la escuela lo agarraron del cuello, dijo ella. Rosa dijo haber llamado al distrito y que anteriormente ha estado en comunicación con la administración de la escuela, aunque le han dicho que no se puede hacer nada.

“No me dicen nada. No me dan soluciones. [Ellos dicen], ‘Oh, lo vamos a cuidar, lo vamos a estar cuidando’, pero él dice que nunca lo cuidan”, dijo Rosa.

Adelaida, cuyo apellido hemos ocultado por precaución para su hijo, dijo que su hijo había llegado a casa con la nariz ensangrentada. Dijo que niños más grandes lo habían golpeado. Aunque se le informó que una persona iba a estar en la entrada de los baños después de ese incidente, Adelaida dijo sentirse ignorada por la administración de la escuela al habérsele explicado que todas las escuelas están pasando por problemas similares.

Rosa y Adelaida fueron dos de las muchas madres y padres con las que Mission Local se reunió en Everett el lunes pasado; además están frustradas con la escuela por lo que perciben como un ambiente de anarquía. Un papá llamado Demetrius incluso insistió en que la escuela debería cerrarse y dijo que la renuncia inminente de la directora no tendría ningún efecto si no se abordan los problemas sistémicos.

En una declaración a Mission Local, la directora Esther Fensel escribió: “Nuestro personal ha demostrado una enorme dedicación, corazón y creatividad frente a estos desafíos que estamos viviendo nosotros y otras escuelas en San Francisco y nuestro país. Brindamos apoyo socioemocional directamente a los estudiantes, conectamos a las familias con recursos y planificamos y facilitamos la instrucción a los estudiantes en medio de desafíos que no son exclusivos a Everett o el SFUSD, incluida la escasez diaria de personal, un aumento en la cantidad de necesidades de los estudiantes y recursos increíblemente escasos”.

Farrell Johnson, otro papá reunido afuera de Everett, reconoció el día de ayer lunes que los maestros están haciendo todo lo posible y, como hablante de inglés, dijo recibir comunicación habitual de la escuela. Pero le preocupaba que una barrera cultural impida que los maestros trabajen de manera efectiva con estudiantes afroamericanos como su hijo de séptimo grado.

Del proceso de justicia restaurativa dijo que era “un mal aspecto” y le preocupaba que su hijo no estuviera recibiendo una educación efectiva: “Supongo que es una política, pero los maestros son demasiado pasivos con los niños, demasiado blandos”, dijo.

Johnson comparó la falta de estructura o cualquier tarea de su hijo con la experiencia de la hija de Stevisha Johnson en la escuela Alice Fong Yu K-8. Stevisha Johnson, quien acompañaba a Farrell a Everett el lunes, le dijo a Mission Local que su hijo de séptimo grado tiene un par de horas de tarea cada noche y que la escuela adopta un enfoque firme con sus estudiantes. Cuando surgen problemas como peleas de vez en cuando, dijo que la administración “de verdad actúa y lo cortan de raíz”.

El representante del sindicato de la escuela Everett y entrenador de alfabetización, Cris Garza, dijo que los desafíos de la escuela siempre han existido, pero “la diferencia este año es que la gravedad, la severidad y la intensidad de los desafíos son mucho mayores que antes”. Él espera que el próximo año, la escuela pueda tener la experiencia en su haber para ayudar a navegar su camino.

No obstante, no parece que Everett en su estado actual tenga la capacidad para hacerlo, particularmente porque el distrito escolar enfrenta más tensiones el año que viene con los próximos recortes presupuestarios.

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REPORTER. Eleni is our reporter focused on policing in San Francisco. She first moved to the city on a whim nearly 10 years ago, and the Mission has become her home. Follow her on Twitter @miss_elenius.

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