Traducción por: Andrea Valencia
Después de 13 años de trabajar para una agencia de limpieza de casas, Edina Ajín Pérez decidió en 2017 trabajar de forma independiente. Por lo general, limpia dos o tres casas al día, o sea que trabaja para un total de 15 clientes y, en general, el negocio va bien.
Hace unas semanas, uno de los clientes más nuevos de Pérez la sorprendió. Si Pérez, de 39 años, alguna vez se enfermara o necesitara vacaciones, dijo el cliente, podría aún así esperar recibir un pago.
“Yo [estaba] bien feliz,” dijo Pérez. En cuatro años de limpiar casas de forma independiente, este era el primer cliente en ofrecerle a Pérez un pago por enfermedad. Por lo general, dijo: “Si no trabajo, pues no gano.”
Eso incluye las tres semanas en 2019 cuando tuvo una operación para quitarse la vesícula biliar. La única excepción fue al comienzo de la pandemia, cuando “gracias a Dios”, dijo, varios de sus clientes le enviaron pagos a pesar de no haber podido ir a limpiar sus casas.
Las trabajadoras domésticas como Pérez son técnicamente elegibles para recibir un pago cuando se enferman, pero muchas no saben que tienen derecho legalmente a recibir una licencia por enfermedad con goce de sueldo, así que simplemente se quedan sin ingresos. Además, aunque un empleador consciente o comprensivo envíe un cheque cuando un trabajador está enfermo, no todo el mundo lo hace.
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La supervisora del Distrito 9, Hillary Ronen, presentó la semana pasada una nueva ordenanza que busca trasladar la responsabilidad de ofrecer o solicitar pago por enfermedad de los trabajadores y clientes a un sistema automatizado que agregue las horas con goce de sueldo acumuladas por trabajar con varios empleadores.
El asistente de Ronen, Santiago Lerma, dijo que la legislación de Acceso Equitativo de Trabajadoras Domésticas a la Licencia de Pago por Enfermedad es emocionante “porque en realidad permite que alguien tenga el beneficio de un derecho que sí tenían, pero que no se podía concretar.”
Bajo la ley actual de San Francisco, todos los empleados son elegibles a recibir una hora de licencia por enfermedad por cada 30 horas trabajadas. Mientras que las trabajadoras domésticas, como niñeras o cuidadores a menudo solo tienen uno o dos empleadores, las personas como Pérez, que tienen más de una docena de empleadores, batallan para acumular estas horas con cualquiera que sea su empleador.
Grace Gordon, de 50 años, quien, además de su trabajo como asistente de cuidado en casa, ha trabajado limpiando casas durante casi 30 años, calificó la legislación como una “victoria”.
“Creo que la gente debería definitivamente obtener licencia por enfermedad,” dijo Gordon, quien en su mejor momento limpiaba dos casas al día antes de la pandemia. “Creo que la gente se lo merece.”
Agregó que a veces batalla para lograr que los clientes le paguen un salario estándar sin tener que recordarles cuál es, así que ni hablar del tiempo pagado por enfermedad. Más bien, ha tenido que depender de tener sus trabajos “habituales” en el hospital para obtener beneficios como la licencia pagada.
Durante las décadas que pasó limpiando casas, Gordon dijo que nunca le pagaron cuando estaba enferma o si tomaba tiempo de vacación, pero especuló que si ella lo hubiera pedido, algunos de sus clientes podrían haber estado a bordo.
Fatima Arce, una joven niñera que comenzó a cuidar a dos niños a tiempo completo hace aproximadamente un año, recibió con agrado la noticia de la nueva propuesta y dijo que hasta ahora nunca se ha enfermado ni ha pedido tiempo libre.
Si bien varios de los colegas trabajadores de cuidado infantil de Arce en el parque Niños Unidos dijeron que tenían contratos con sus empleadores que estipulaban una cierta cantidad de días de vacaciones y por enfermedad cada año, Arce no tiene un contrato con las dos familias para las que trabaja. Así que, si se enferma, dijo, no sabe qué sucedería.
Bajo el nuevo sistema, esta incertidumbre será eliminada: los trabajadores presentarán una carta de la Oficina de Cumplimiento de Normas Laborales dirigida a cada uno de sus empleadores “en la que explican al empleador de sus obligaciones bajo la ley actual,” según Lerma.
Las trabajadoras domésticas harán un seguimiento de las horas que trabajan en una cuenta en línea y los empleadores harán contribuciones habituales a dicha cuenta. Cuando la trabajadora necesite usar su tiempo libre por enfermedad, podrá simplemente acceder al pago pertinente a través de esta cuenta.
Lerma dijo que el nuevo sistema, que aún no se ha desarrollado, no rastreará los ingresos ni las tasas de pago de los trabajadores; además, no requerirá una verificación de antecedentes ni tampoco un número de seguro social sino que la función principal del sistema será permitir que los empleados acumulen la cantidad estándar de pago por enfermedad mientras trabajan.
“Las trabajadoras del hogar son la columna vertebral de nuestra economía y hacen que nuestra ciudad funcione,” dijo Ronen en el comunicado de prensa de la ordenanza propuesta, que calificó como la “primera de este tipo en la nación.”
La supervisora Myrna Melgar, quien copatrocinó la ordenanza, agregó que la legislación es una forma de “hacer lo correcto para esta población, que en su mayoría son mujeres de color…”
Lerma dijo que probablemente el Comité de Presupuesto escuchará la legislación en las próximas semanas después de un período de espera de 30 días que requiere la Junta de Supervisores. Si la Junta aprueba la ordenanza por medio del voto y se convierte en ley, entonces, dijo Lerma, las trabajadoras podrían comenzar a enviar cartas a sus empleadores dentro de un año.
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