San Francisco Day Labor Program clean up crew at Carnaval 2021. In the past year, nine people in the 138 member program died.
Traducido por Andrea Valencia (En Inglés) 

Francisco Herrera llegó al programa de jornaleros de San Francisco ubicado en la calle César Chávez, temprano el domingo 4 de julio. Para su sorpresa, recibió una llamada de su despachador Louis Legowski. Aunque, no era Legowski al teléfono. Más bien, era la  madre informándole a Herrera que había encontrado a su hijo, quien había sido pintor del sindicato, muerto en la silla. Durante los últimos dos años, Legowski había puesto en contacto a jornaleros con personas que buscaban trabajadores. Ahora, está muerto a los 55 años, sin que se indique la causa de su fallecimiento.

Esto marca el noveno fallecimiento relacionado con el programa de jornaleros de San Francisco en tan solo el último año, lo cual es una tasa de mortalidad que supera con creces los años anteriores. Es decir, nueve fallecimientos en un grupo de solo 138 integrantes activos.

“Es intenso”, dijo Herrera. Si bien el médico forense aún no ha señalado covid como la causa de ninguno de los fallecimientos, Herrera cree que todas están relacionadas con covid. Herrera cree que la falta de vivienda y atención médica adecuada durante la pandemia puede haber influido en los fallecimientos.

 “Como grupo, hemos sentido el golpe del covid. En 30 años de hacer este trabajo, por supuesto, han muerto jornaleros”, pero Herrera nunca antes había visto tantos fallecimientos en un lapso de 12 meses.

Francisco Herrera in front of the San Francisco Day Labor Program, which advocates for day laborers. Photo by Clara-Sophia Daly.

“Hemos pagado un precio muy alto”, agregó Herrera. “Parece estar relacionado con la salud y enfermedades previas”. Y, por supuesto, vivienda.

A lo largo del año pasado, los fallecimientos aumentaron. Primero, en el otoño de 2020, Carmelo Jiménez fue encontrado muerto en la regadera de su habitación en un hotel de ocupación individual (SRO, por sus siglas en inglés) en The Dudley en la calle sexta. “Lo encontramos muerto”, dijo Marco Figueroa, un compañero jornalero que se aloja a tres puertas de la habitación de Jiménez. Fue Figueroa quien se ocupó de buscar a Jiménez después de que no se le había visto durante algunos días y un mal olor comenzó a emanar de la habitación.

Unos días antes, Jiménez, quien era de México, había recogido una caja de comestibles del centro alimenticio ubicado en el 701 de la calle Alabama. 

El médico forense de San Francisco no tiene ningún registro de él en el sistema.

Después está James Burke, de 35 años de edad, que padecía problemas de salud mental y que a menudo pasaba por el programa de jornaleros a tomar una taza de café o algo de comida. Se le encontró muerto en los escalones frente a la escuela primaria Leonard Flynn donde había preparado una cama improvisada.

Según el registro de fallecimientos del médico forense, los padres de Burke colgaron antes de que se pudieran dar detalles sobre su muerte. La causa oficial de muerte fue “intoxicación aguda por mezcla de drogas (fentanilo y metanfetamina)”.

Luego está Jorge Cano, un jornalero que había sobrevivido a un caso confirmado de covid pero murió repentinamente en la habitación de su hotel de ocupación individual en el Hotel Cadillac, según relataron Herrera y su amigo Joaquín Gutiérrez, quien también vivía en el hotel. El médico forense dijo que fue declarado muerto en el Saint Francis Memorial Hospital, a pocos pasos del hotel. No se pudo contactar al hospital para confirmar la causa de su muerte.

Valdez, director ejecutivo de Dolores Street Community Services, reconoció que Cano, quien era indocumentado, tenía diabetes y otras enfermedades preexistentes que lo ponían en alto riesgo. “Es muy probable que haya muerto a causa de covid”, dijo.

Luego, llegó la noticia de otro integrante que Miguel Hernández, un jornalero, también había fallecido. Y aunque Hernández, quien era de Cuba, no había estado activo en el programa de jornaleros durante algún tiempo, no cesaba de ser un gran impacto. El caso aún está pendiente de investigación del médico forense.

Según el médico forense, “pendiente significa que el médico aún está trabajando en la investigación y no se ha determinado la causa ni la forma de muerte”.

De los aproximadamente 2000 a 3000 jornaleros que viven y trabajan en San Francisco en un momento dado, solo 138 son miembros del programa de jornaleros de San Francisco. No está claro cuántos padecieron de covid en la comunidad en general o en los integrantes del programa. Herrera dijo que el 80 por ciento del personal del programa de jornaleros de San Francisco dio positivo por covid durante el último año.

La doctora Kirsten Bibbins-Domingo, presidenta del Departamento de Epidemiología y Bioestadística de UCSF y cofundadora del Centro de UCSF para Poblaciones Vulnerables dijo que el perfil de la comunidad definitivamente la pone en mayor riesgo.

“Desafortunadamente, para aquellos que están más marginados, no solo están a mayor riesgo de padecer covid, sino que también están a mayor riesgo de morir sin que se sepa la causa de muerte”.

Bibbins-Domingo señaló que los trabajadores esenciales que estudió, y en particular los jornaleros, a menudo están preocupados por el acceso a la atención médica debido a estatus migratorio o barreras económicas, lo que a la vez los pone en mayor riesgo de padecer problemas de salud.

Según el Departamento de Salud Pública de San Francisco, 115 latinos en San Francisco han muerto a causa de covid. Eso representa el 20.6 por ciento del total de los fallecimientos en la ciudad, un recuento desproporcionado considerando que los residentes latinx solo representan el 15.2 por ciento de la población de la ciudad.

En San Francisco, se han identificado 29 casos en hoteles de ocupación individual, donde viven muchos jornaleros.

Las tasas de transmisión son rápidas en las densas situaciones de vida de muchos jornaleros en San Francisco, dice la doctora Bibbins-Domingo, “por lo que, si hay una infección, es muy difícil que no se extienda a otra persona en el mismo entorno”.

“El número de fallecidos por covid es solo la punta del iceberg”, dijo Bibbins-Domingo.

“Es por covid, además de otros fallecimientos que probablemente estén relacionados con covid pero que aún no se hayan diagnosticado como covid… además de muertes relacionadas con otras condiciones de salud que empeoraron debido a la pandemia y la crisis económica concurrente a la pandemia… Estos son verdaderas muertes relacionadas con la pandemia … incluso si no todas son por covid “.    – Dr. Bibbins-Domingo

Herrera estuvo de acuerdo. Estas cifras, dijo, “apuntan a las vulnerabilidades” de los jornaleros, que a menudo viven con el temor de no poder pagar el alquiler de su habitación o no tener suficiente dinero para comprar comida. Ni pensar en ahorrar dinero para enviarlo a sus familias en otros países.

Hugo es otro jornalero que fue reportado muerto durante la pandemia. Un integrante del programa de jornaleros de San Francisco lo encontró. Se desconoce la causa de su muerte.

También el jornalero Javier Rosas, quien se desmayó en su departamento ubicado en las calles 16 y Misión. Sucedió luego de haberse recuperado de una enfermedad y haber pasado una temporada en el Hospital General de San Francisco de donde salió flaco y débil, dijo Herrera. Después de salir del hospital, Rosas volvió a trabajar de inmediato. Unas semanas después estaba muerto.

“Pudo haber tenido covid y ni siquiera lo sabíamos”, dijo Herrera, aunque el Departamento de Salud Pública de San Francisco dice que Rosas murió de “causas naturales”. Por extraño que parezca, el médico forense enumeró su caso como pendiente.

Los jornaleros como Javier Rosas, que fue encontrado muerto en su departamento, suelen alquilar habitaciones en hoteles o departamentos donde las condiciones de vida son precarias. Y, a menudo, no tienen familiares o amistades cercanas que los animen a buscar ayuda médica si es necesario o quien informe de la muerte a las autoridades.

En el caso de Rosas, fue su jefe contratista quien lo encontró muerto en su departamento, luego de que Rosas dejara de presentarse abruptamente en su lugar de trabajo. Era un trabajador fuerte y confiable, y el contratista estaba preocupado. Un estudio de UCSF sobre las tasas de muerte durante la pandemia ha demostrado que los trabajadores de la construcción tienen un 49 por ciento más de riesgo de morir en comparación con todos los demás años.

Si bien no está claro cuántos jornaleros pueden estar entre el recuento oficial de muertes por covid, está claro que los trabajadores esenciales eran los más vulnerables a fallecer.

Un equipo de investigadores de UCSF (incluida la doctora Bibbins-Domingo) publicó un estudio que compara las tasas de mortalidad en California por ocupación. Al usar los registros de defunción del Departamento de Salud Pública de California, encontraron que las tasas de mortalidad aumentaron un 49 por ciento para los trabajadores de la construcción en comparación con los promedios previos a la pandemia. Durante la pandemia, los latinos californianos tuvieron un aumento del 36 por ciento en la mortalidad, con un aumento del 59 por ciento entre los trabajadores latinos que trabajan en la agricultura/industria alimenticia.

Curiosamente, las nueve personas asociadas con el programa de jornaleros de San Francisco eran hombres. La Colectiva de Mujeres, o ‘La Colectiva’, que tiene 120 integrantes, la mayoría de las cuales son trabajadoras domésticas latinas, no padecieron ningún fallecimiento durante la pandemia.

Ruth Barajas, directora del centro de recursos con el grupo de trabajo latino, a menudo contrataba jornaleros durante la pandemia para realizar tareas de limpieza y de manejo, lo que les ayudaba a mantener trabajo. “Han estado dispuestos a realizar trabajos que los exponen más”, dijo.

La respuesta de Barajas a las historias de las nueve personas que fallecieron el año pasado fue: “Parece una locura, quiero decir…. Esa cifra es significativa”.

En el caso de Jacinto Noh Canche, un jornalero que fue asesinado el 22 de mayo, la incapacidad de encontrar vivienda lo dejó viviendo en la calle lo que lo expuso a la delincuencia. Lo mataron a tiros en Rolph Park, donde a menudo dormía después de haber perdido su vivienda. Desde la publicación de su obituario en este diario, se hizo un GoFundMe para pagar la repatriación del cuerpo de Canche de regreso a México. El consulado de México tiene la obligación legal de pagar el transporte de los cuerpos de regreso a México, pero no ha cumplido el acuerdo.

Juan Narváez, un jornalero que Herrera dijo que había tenido covid anteriormente, también fue encontrado muerto en su casa. Un amigo jornalero de él lo encontró. Después de haberse recuperado de covid, “murió de repente”, dijo Herrera.

“La muerte de nuestros jornaleros es un síntoma de falta de acceso al apoyo y solidaridad”, dijo Herrera. Él cree que existe la necesidad de un trabajo cooperativo, basado en la comunidad y orientado a soluciones dirigidas por la comunidad. De esa manera, “todos sobrevivimos”, no solo los “ultrarricos”.

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Clara-Sophia Daly is a multimedia storyteller and reporter who has worked both in print and audio. A graduate of Skidmore College where she studied International Affairs and Media/Film studies, she enjoys working at the intersection of art and politics, and focusing on the stories of individuals to reveal larger themes.

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