Traducción por: Sandra Gutierrez
Este artículo es parte de una nueva serie de Mission Local en la que se actualizan historias antiguas para saber qué ha sucedido con las personas y los lugares sobre los que hemos escrito.
Hace diez años, un grupo de artistas locales expresó su temor existencial sobre la gentrificación acelerada de la Misión en la exposición Mission Icons in a Time of Change.
“Los artistas involucrados en la exposición eran como el equipo de ensueño de los artistas de la Misión y del área de la bahía”, dijo Río Yáñez quien junto a su padre René Yáñez, quien falleció en 2018, fue curador de la exposición. “Ese grupo, esa comunidad y esos artistas son la imagen de una época del vecindario”.
Entre los 10 artistas que participaron están Ana Teresa Fernández, Jesús Barraza, Melanie Cervantes, y Jos Sanchez.
Mission Local estuvo presente para ver a los artistas pasar una semana juntos haciendo las serigrafías a exhibir en el taller de Levi’s en la calle Valencia. Fernandez explicó que el concepto de su impresión era la palabra “hipsteria”.
“Hipsteria”, la combinación de “hipster” e “histeria” no es un término frívolo que se refiere a un treintañero usando una playera de Vampire Weekend y Birkenstocks mientras llora por no haber comprado kombucha.
Fernández dice que más bien utilizó este término para invocar la idea de que los Íconos de la Misión van siendo destruídos en una época de remodelaciones y gentrificación.
Rio Yañez dijo hace poco que, “El evento se hizo en una época sumamente caótica en la comunidad, pero hoy parece hasta pintoresco. El cambio se ha vuelto mucho más acelerado”.
Estos cambios son algo personal para Yáñez y Fernández.
Yáñez creció en la calle 26 y la avenida San José en la Misión. Cuando caminaba por la calle, se encontraba con personas que fueron parte del vecindario por años, incluso por generaciones.
Ahora Yáñez dice que las personas con las que creció se han ido. De hecho, en 2013 sus padres René y Yolanda López casi fueron desalojados de su casa de la niñez. Solo pudieron quedarse porque la Agencia de Desarrollo Económico de la Misión compró su edificio.
Fernández, que nació en Tampico, Tamaulipas, México y quien se mudó a la Misión en 2003, no tuvo tanta suerte. A ella la desalojaron en 2015.
“Tengo sentimientos encontrados respecto a la Misión”, dice Fernández ahora. “Mi hogar estuvo ahí por una década y crecí mucho como artista estando allí. Pero, desde que fui desalojada, no he vuelto atrás y tampoco me he involucrado mucho con el vecindario. Hoy me parece irreconocible”.
Fernández dijo que el ambiente vibrante y energético de la Misión tenía que ver con la convergencia de las culturas y la originalidad que las tiendas y restaurantes literalmente ponían en la mesa. Conforme la zona se vuelve más exclusiva, el folclor que unía a Fernández con la Misión ha ido desapareciendo.
Yáñez señaló que incluso el espacio donde estaba la galería ha cambiado. El taller de Levi’s estaba en las calles Valencia y 16 sobre el andador de la calle 16.
“El andador de la calle 16 era uno de los últimos lugares en los que aún había bares mexicanos con personas que lucían como mi tío”, dijo Yáñez.
Yáñez ha encontrado dificultad para lidiar con la pérdida de los lugares de su niñez. Aún sufre por la ausencia de los cines que llenaban las calles de la Misión hasta mediados de los 90.
“Los cines eran centros sociales para jóvenes como yo”, dijo Yáñez. “La pérdida de esos cines devastó a la comunidad de forma inmensurable”.
El cierre de Mission Pie también fue un golpe duro para Yáñez. Aunque solo había existido desde 2007, tenía muchos buenos recuerdos del lugar.
“Mission Pie era el lugar de mi papá y mío. A él le encantaba el pay de crema de plátano”, Yáñez concluyó que “es un reto perder algo así”.
El Covid-19 es otro factor que ha llevado a la ruina de negocios apreciados de la Misión. El virus también ha creado la necesidad de que Yáñez y Fernández ideen formas nuevas de atraer a las audiencias con su obra.
Yáñez está trabajando en crear una versión adaptada de la exhibición del Día de Los Muertos de la que su padre fue curador cada año desde mediados de los 70 hasta su muerte. Yáñez piensa que este año será una exhibición con acceso limitado al público y con opción de acceder virtualmente.
Fernández está trabajando con Creativity Explored, una organización sin fines de lucro que apoya a artistas con capacidades diferentes. Ella contribuye con las Exhibiciones de Inmersión. Además ha tratado de tener una influencia positiva en la gente a través de espectaculares en la Great Highway de Outer Sunset, donde vive. Uno de estos fue una pieza dedicada a George Floyd.
Fernández dice que solo volvería a la Misión para trabajar con Creativity Explored, que se encuentra en las calles 16 y Guerrero. Yáñez, que como muchos es nativo de San Francisco, ahora vive en Oakland. En ocasiones vuelve a la Misión para visitar a su madre.
“A veces camino por las calles y no veo rastros de los negocios familiares que estuvieron allí por décadas”, dijo Yáñez. “Aún vale la pena luchar por la Misión, pero esto es cuestión de lo que representa hacerlo”.
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