Después de varios meses de pláticas tensas entre el California Pacific Medical Center (CPMC, por sus siglas en inglés), los funcionarios municipales y los grupos de interés del barrio, el alcalde Ed Lee anunció que las partes han llegado a un acuerdo en la reconstrucción del Hospital St. Luke ubicado en las calles César Chávez y Valencia.
El nuevo edificio a prueba de sismos será más grande de lo planeado y será responsable de alrededor de un cuarto de camas del CPMC en la ciudad.
“El Hospital St. Luke será ahora una parte integral del sistema CPMC”, dijo Lou Giraudo, copropietario de Boudin Bakery y líder cívico quien dirigió las mediaciones para el acuerdo.
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El nuevo hospital St. Luke tendrá 120 camas en lugar de las 80 que se habían planeado al principio, y el segundo nuevo hospital, en Cathedral Hill en el Bulevar Geary y la avenida Van Ness, tendrá 274 camas con la posibilidad de tener espacio para otras 30 en lugar de las 555 planeadas inicialmente. El trato, precisó Lee, es parte de una visión a largo plazo para el cuidado de la salud en San Francisco.
El año pasado, Lee negoció un trato entre la ciudad y el CPMC, un afiliado a Sutter Health, aunque cuando algunos miembros de la Junta de Supervisores expresaron preocupación el plan se tuvo que volver a trazar.
“Estaba emocionado hace un año cuando pensé que teníamos un acuerdo”, declaró Lee el martes. Hubo momentos durante el año pasado cuando las negociaciones estuvieron bastante tensas, precisó Lee y agregó que “el trato estaba a punto de desmoronarse”.
Los documentos dados a conocer el año pasado mostraban que la condición financiera de St. Luke se deterioró a tal punto que el CPMC pudo haber cerrado sus instalaciones prematuramente. Los representantes del CPMC declararon que dichos documentos no reflejaban el trato original aunque los supervisores de la ciudad pidieron una mayor transparencia antes de continuar.
Los requisitos del nuevo acuerdo, como brindar cuidado caritativo anual a 30,000 residentes de bajos ingresos en San Francisco, no se verán afectados por la condición financiera del CPMC, según el supervisor Mark Farrell.
Farell precisó que los dos nuevos proyectos del hospital crearán 1,500 trabajos en la ciudad, aunque una parte será temporal. El 30 por ciento de los trabajos de construcción será para residentes de San Francisco, y el 40 por ciento de nuevos trabajos básicos permanentes será para residentes de barrios de menores ingresos en la ciudad.
Varios funcionarios de la ciudad reconocieron que las negociaciones han sido difíciles debido a la variedad de perspectivas políticas y a las personalidades que imperaron en la mesa de negociaciones. El supervisor David Campos se catalogó a él mismo, a Farrell y David Chiu, quien preside la Junta, como “los tres amigos” en referencia a que eran un “trío poco natural” ya que rara vez eran aliados.
“Cuando comenzamos este proceso, no era optimista en que llegaríamos adonde estamos hoy”, dijo Chiu. “Qué gran día”.
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