Angelina Orellana (derecha) practica con otra actriz en "In and Out of Shadow" el pasado 16 de enero.

Angelina Orellana se acercó hacia las butacas vacías en el Marsh Studio Theater y observó los lugares donde se sentará el público.

“Claro, nos hacemos llamar dreamers”, dijo Orellana. “Tenemos que tener una voz fuerte. A los que molestan son a los que no alzan la voz”.

El director Cliff Mayotte corta la escena ahí y se voltea a los cinco actores en el escenario. “¿Qué los inspira a decir eso?”, preguntó.

Mayotte cuestiona a sus actores, algunos de los cuales son recién inmigrantes, algunos nacidos en los Estados Unidos y otros indocumentados, para descubrir y personificar las emociones de los adolescentes indocumentados que interpretaran en “In and Out of Shadow”, una nueva obra que tendrá dos funciones escolares el 1ro de febrero antes de la premier oficial del dos de febrero en el Marsh Studio Theater.

“Les estoy haciendo preguntas para que piensen: ‘¿Qué siente mi personaje? ¿Qué piensa mi personaje? ¿Qué es importante para ellos?”, dijo Mayotte.

Para algunos, las emociones vienen de manera natural.

La obra se centra entorno a historias de la vida real de adolescentes indocumentados —algunos de ellos, como Homero Rosas, de 17 años de edad, actuarán en la obra.

Rosas vino a San Francisco desde México cuando tenía seis años; aprendió inglés y comenzó a superarse en la escuela. El verano antes de empezar la preparatoria, descubrió la actuación en Marsh.

Bajo la recomendación de Emily Klion, directora del programa en Marsh Youth Theater, Rosas solicitó un trabajo de prácticas cuando tenía 15 años. Le dieron el trabajo, pero no pudo aceptarlo ya que necesitaba tener un número de seguro social.

“Mis padres me decían que no era de aquí, pero hasta entonces supe lo que significaba”, dijo Rosas. “No sabía que significaba que no me podían dar asistencia financiera, que no podía tener un trabajo, que no podía aspirar a nada en realidad. Me sentí atrapado”.

Pero con ayuda, Rosas aprendió sobre trabajos de prácticas que no exigían tener documentos. También aprendió sobre el AB 540, una ley en California que le permite a los alumnos indocumentados asistir a la universidad y pagar matrícula como residente. Actualmente, está emocionado de poder graduarse de la preparatoria, asistir a la universidad y seguir con la actuación.

Rosas contará su historia a través de su personaje, “Juan”, un estudiante indocumentado de alto rendimiento académico se siente atrapado por su estatus inmigratorio y necesita ayuda para descubrir qué oportunidades tiene disponibles.

“Es muy divertido porque de alguna forma pienso que mi personaje soy yo”, dijo Rosas. “Le puedo decir a la gente, a través de la actuación, cómo me siento”.

La obra ha tomado dos años para su realización. Después de que Klion tuvo la idea de una obra sobre jóvenes indocumentados, el equipo y los jóvenes actores en el Marsh fueron a las comunidades y compilaron historias orales de jóvenes indocumentados en el Área de la Bahía.

El escritor de la obra, Gary Soto, un conocido escritor y poeta chicano, leyó más de las 200 páginas de historias verdades y experiencias de jóvenes indocumentados. Al leer, las frases e historias lo conmovieron y se convirtieron en inspiración para los personajes y la trama de la obra.

“Verá en la obra que tenemos a jóvenes muy interesantes atrapados en una situación por la que no son responsables”, dijo Soto. “Estos jóvenes tienen la fortaleza de tomarse a sí mismos en serio y cambiar la política al expresarse”.

El tema de inmigrantes indocumentados ha desaparecido de los titulares desde que el presidente Obama anunció la política de acción diferida el verano pasado, no obstante se le necesita recordar a la comunidad que estos jóvenes todavía están luchando, dijo Soto.

“Mi meta es asegurarme de que el público cambie, incluso en lo más sutil”, dijo Rosas. “Espero que se abra su mente incluso un poco más”.

En el camino, la obra también cambiará las perspectivas de los actores.

Alondra Duarte-Ferman, de 15 años de edad, interpreta a Paola, una estudiante guatemalteca de 16 años de edad de quien Duarte-Ferman opina es tan nerd como ella. Duarte-Ferman es salvadoreña pero nació en los Estados Unidos. Paola es indocumentada.

“Mi personaje y yo somos parecidas, excepto que ella no puede obtener una licencia de conducir y no puede solicitar trabajo”, dijo Duarte-Ferman. “Pienso en cómo sería para mi personaje si tuviera papeles y pudiera hacer cosas que yo tengo la oportunidad de hacer. Me hace apreciar las cosas un poco más”.

Atlai Moreno, de 16 años de edad, sólo ha estado en los Estados Unidos desde hace un año y ésta será su primera obra en el Marsh. El alumno de la International High School interpreta varios papeles, incluyendo a un agente de inmigración y un vendedor de churros. Moreno, quien creció en México, es indocumentado. No obstante, tiene amigos, que no son muy diferentes a él, que no tienen documentos.

“Espero que esta obra envíe el mensaje de que todo mundo tiene el derecho a soñar, incluso si se es un inmigrante”, dijo Moreno.

Las fechas de la presentación y los boletos están disponibles aquí.

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Before crossing the Golden Gate Bridge from the suburbs, Jamie Goldberg was a softball player with a passion for sports reporting. Politics drive her crazy. But on trips down Mission streets, the ones that residents tell her need to be paved, she heads for the cure: “Dr. Loco" performances.

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