En promedio, los niños en el Distrito de la Misión faltan a clase constantemente o llegan tarde a la escuela más frecuentemente que otros alumnos en todo el distrito escolar.
Asimismo, las escuelas en la Misión han estado dando pasos agigantados para cambiar eso. Hace poco, los funcionarios del Distrito Escolar Unificado de San Francisco elogiaron la significativa disminución en los índices de absentismo escolar a nivel de distrito. No obstante, en el mismo periodo, las escuelas en el Distrito de la Misión redujeron el número de alumnos que se ausentaban frecuentemente o casi siempre (de 523 a 397 alumnos), una disminución del 24% en un año.
A Tacing Parker, directora del Centro de Recursos de Evaluación de Absentismo Escolar (TARC, por sus siglas en inglés), no le hace falta ver la información para saber que el Distrito de la Misión tiene uno de los índices más altos de la ciudad de alumnos crónicamente ausentes. Lo único que Parker puede hacer es evaluar la carga de casos que obtiene.
“La mayoría son del Distrito de la Misión”, dijo. “Es un área que tenemos como objetivo. Es consistente con lo que el distrito escolar también ve”.
El distrito escolar define a la “Zona de la Misión” como el área que incluye a las primarias Bryant, César Chávez, Leonard Flynn, John Muir; las secundarias Everett, Buena Vista Horace Mann; y las preparatorias Misión y John O’Connell.
TARC es un lugar dedicado a impedir el absentismo escolar crónico y frecuente y hacer que los alumnos se puedan graduar. Hay una cantidad de razones por las que los alumnos en el Distrito de la Misión batallan con asistir a clases, especificó Parker.
“Lo que encontramos en nuestro trabajo es que muchos estudiantes de familias latinas viven una doble vida”, dijo. “No nada más son estudiantes normales de preparatoria sino que tienen que actuar como padres de familia y tienen muchas responsabilidades. Los alumnos cuyos padres de familia no hablan inglés o son ciudadanos indocumentados pueden no sentir un vínculo con la comunidad académica”, dijo Parker. Es importante subrayar la importancia de la educación a una edad temprana para que los alumnos, al llegar a la secundaria o preparatoria, decidan tomar decisiones inteligentes, dijo Lois Perillo, funcionaria de recursos escolares de la secundaria Everett y vínculo entre la policía de San Francisco y el distrito escolar.
Algunas veces los funcionarios de recursos escolares visitan los hogares de los alumnos que muestran un patrón de absentismo escolar. Los orientadores y otros empleados del distrito que pueden ayudar a los alumnos a volverse a encaminar, a menudo acompañan a dichos funcionarios.
Si los alumnos desarrollan un índice alto de absentismo escolar para el quinto año, sin importar que dicho absentismo sea escolar o justificado, poseen una mayor oportunidad de seguir dicho alto índice de absentismo hasta la secundaria y preparatoria, dijo Perillo.
“Si el niño está en la escuela en su pupitre, concentrado, entonces están mejorándose”, dijo. “Si no lo hacen, están en la calle y posiblemente serán la causa de algún incidente de delincuencia, o están en su hogar pero no mejoran académicamente. La ventaja de tener alumnos en sus pupitres aprendiendo es múltiple”.
De hecho, la mayor parte de los alumnos crónicamente ausentes en la preparatoria John O’Connell, por ejemplo, no pasan el tiempo en la calle durante horas escolares fumando, precisó el director Mark Alvarado. La mayor parte de los casos de absentismo escolar crónico en dicha escuela se deben a que trabajan medio o tiempo completo, dijo. Se encargan de sus hermanos y hermanas. Es posible que los padres de familia ya no pertenezcan a la familia o tengan problemas con el transporte público.
El absentismo escolar tiene una connotación negativa, dijo Alvarado. No cabe duda que algunos alumnos faltan a clase, sin más ni menos. Pero, la mayor parte de dichos alumnos ausentes trabajan mucho si no es que más que sus iguales en el aula porque ayudan a mantener a sus familias, dijo.
Técnicamente, los alumnos que trabajan tan duro desatan los índices de absentismo escolar en John O’Connell. Sin embargo, a Alvarado no le podría importar menos ya que lo que sí le importa son las soluciones. Si un alumno tiene un deseo de adquirir un diploma o un GED entonces es eso lo que importa, opinó Alvarado. Encontrar soluciones es lo más importante.
“No me interesa el diálogo sobre absentismo escolar cuando puedo hablar de horarios flexibles para muchachos con problemas”, dijo Alvarado. “Podemos lograrlo. Tal vez no sea en John O’Connell. Es posible que sea un programa vespertino”.
En cuanto a la importante disminución del 24% en la cifra de alumnos ausentes de manera crónica o frecuente en el Distrito de la Misión durante el año pasado, Alvarado contestó que la respuesta se encuentra en el aula. Las preparatorias en el Distrito de la Misión están intentando resolver el problema del absentismo escolar al centrarse en el aula y brindar programas más variados e interesantes que hagan que los alumnos quieran ir a la escuela, declaró.
“Ahí”, dijo, “es donde está el éxito”.
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