“Lakas y el Hotel Makibaka”, es un libro para niños escrito por Anthony “Tony” Robles (co-editor de la revista con base en la Misión POOR Magazine) y es ilustrado por Carl Angel. Está escrita tanto en Inglés como en Tagalog y la historia toma lugar en San Francisco. El libro se encuentra actualmente en la lista del libros escogidos por el personal en la Librería Modern Times bajo la categoría ‘libros que promueven la motivación adolescente y la conciencia social’.
Mission Loc@l: ¿Cómo es que su libro crea concientización en los niños en justicia social sobre los problemas que existen?

Tony Robles: No conozco otros libros que lidien con el tema del desalojo.
ML:
TR: Participé en la lucha por la Plaza Trinidad, un complejo de departamentos en el centro de San Francisco cuyo propietario tenía pensado cubrir la propiedad con condominios.
Un grupo de inquilinos –la mayor parte de ellos eran filipinos de la tercera edad – organizaron luchar contra la demolición al citar el hecho de que los condominios se construirán principalmente para los ricos, que aburguesaría al barrio y que desplazarían a la gente de clase trabajadora. Tuvimos reuniones con activistas de la comunidad y políticos, y llegamos a un acuerdo que garantizaría vivienda para personas de bajo ingreso como parte del nuevo desarrollo. La idea del libro está basada en esa lucha.
ML: Algunos padres de familia sienten que deben proteger a los niños de realidades abrumadoras.
TR: Los niños son más inteligentes. Algunas veces uno cree que lo que uno dice entra y sale por un oído, pero en realidad los niños escuchan… Están escuchando, entienden.
El personaje de Lakas ve una situación y sabe diferenciar lo que está bien de lo que está mal, en el fondo de su corazón sabe y tiene el poder de hacer algo. Los adultos no se sentaron a platicar con él para explicárselo. Lakas simplemente sabe.
Creo que mucho de esto se pierde cuando crecemos. Nos dicen que debemos ser buenos consumidores y que no debemos preocuparnos por el vecino. Gran parte de eso se origina del culto a la independencia y de la forma en que el capitalismo siembra la rabia en la gente joven para que puedan liberarse de sus familias y poseer un televisior, sofás y estéreos.
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ML: En las ilustraciones hay fotografías de lugares y gente (incluyendo el histórico I-Hotel) en el fondo. ¿Nos puede contar de esto?
Carl Angel: Algunas de las personas en los collages son Bill Sorro y Al Robles (el tío de Tony), ¡así como el mismo Tony y su hijo Lakas!
Cuando comencé a ilustrar “Lakas y Pez de la Ciudad de Manila”, tomé fotografías de la ciudad de Manila y la calle Kearny. Al principio intenté obtener las ubicaciones exactas, pero me di cuenta que la mayor parte de los lugares en la historia de Tony, en realidad no estaban ahí.
También estaba tratando de idear una forma de incluir a varios personajes en la historia, sin distraer al lector del personaje de Lakas. Hacer uso de imágines (de activismo) en las que participó la comunidad es una manera de pagar tributo a aquéllos que vinieron antes de nosotros.
ML: ¿Qué medio uso para ilustrar “Lakas y el Hotel Makibaba”?
CA: Pintura acrílica, lápiz y collage.

ML: ¿Qué influye en su trabajo como ilustrador?
CA: Visualmente, todo influye en mi trabajo. Desde cine a las bellas artes, videos de música, cómics. Para mí, todo se reduce a poder contar una buena historia. Me encantan las historias.
ML: Las minorías carecen de representación en libros para niños. La mayor parte de los cánones en la literatura para niños excluye a historias con protagonistas que son gente de color.
CA: Creo que está cambiando lentamente, pero el énfasis está en la palabra “lentamente”. Muchos de las grandes casas editoriales se han apoderado de las pequeñas, lo cual puede ser tanto una maldición como una bendición. Uno podría esperar que con el poder de mercadotecnia de una gran casa editorial, algunas de estas pequeñas editoriales pudieran hoy día tener más lectores en los libros que publican. Pero en muchos casos, las grandes casas publicitarias sólo están interesadas en adquirir los catálogos de casas de publicidad más pequeñas y nada más.
Esta es la razón por la que es tan importante apoyar a casas editoriales como Children’s Book Press. Nadie hace historias como ellos. Además, depende de qué tan única es la voz del autor. Nadie tiene una voz como la de Tony, él es la aguja en el pajar.
TR: Ni nuestra historia ni nuestra lucha es contada y los únicos que pueden contarla es nuestra gente en nuestra comunidad. Hay una historia tan rica que los filipino-estadounidenses y nativos no conocen. Los filipinos jugaron un papel decisivo en el movimiento de la fuerza de trabajo al pedir salarios justos y haber creado sindicatos. Los latinos y filipinos poseen un lazo en la historia, desde el comercio de los galeones españoles en 1500 que tuvieron que ver con Manila y México a las huelgas de agricultores en la época de los 50 y 60 cuando los filipinos y chicanos trabajaron juntos para formar el UFW (United Farm Workers).
Saber nuestra historia nos da un sentido de nuestro lugar en el mundo. Es por eso que es tan importante que los padres de familia cuenten y pasen las historias y tradiciones. Establece un lugar para nosotros y nos deja saber nuestro legado de la lucha –no sólo en las Filipinas sino en los Estados Unidos y en el mundo. Además, le deja saber a los niños que la historia y el legado es de ellos, que también es propiedad de ellos y que pueden escribir y hablar y respirar la vida al ser poetas, escritores, pintores y (Dios los libre) ser activistas.
ML: En POOR Magazine, ¿cómo motivan a los niños a que tomen acción?
TR: El año pasado tuvimos un campamento de verano. Hubo muchos niños ahí que estaban lidiando con pobreza, pero que podían analizar y articular verdaderamente cómo se sentían y cómo la lucha tenía consecuencia en ellos y sus familias. En POOR estamos luchando por lograr un sueño de vivienda que llamamos “homefulness”. Esto es un modelo de equidad de vivienda para familias que no están atadas al ingreso de alguien sino a las habilidades y al arte –cualquier persona puede contribuir.
20 o más niños realizaron un modelo escala de cómo se vería dicho modelo de homefulness. Crearon casas para familias, un área de juegos para niños, un jardín para la comunidad y un espacio para arte/café. Llevamos a los niños a la oficina de Fiona Ma para presentar el modelo. Expusieron el mensaje de que la vivienda es un derecho, y que homefulness es un modelo que haría que la gente estuviera en viviendas.
ML: ¿Qué le ha enseñado Lakas (su hijo y personaje del libro) a usted?
TR: Mi hijo Lakas me ha enseñado a nunca dejar de aprender o crear. Todo cambia y nosotros también tenemos que cambiar.
ML: El final de “Lakas y el Hotel Makibaka” queda abierto. ¿Por qué?
TR: Para permitirle a los padres de familia y a los niños que piensen en lo que ellos harían. Permite una plática sobre por qué la vivienda debería ser un derecho humano y no algo con base en el dinero que uno tiene.
ML: ¿Qué pueden hacer los niños?
TR: Los niños pueden hacer mucho. Los niños tienen la empatía y la imaginación para participar por medio de su arte, por medio de sus voces. Los niños no se quedan callados, dicen la verdad. Creo que una de las cosas más poderosas y revolucionarias que un niño puede hacer es darle a una persona mayor su asiento en el autobús.
No se pierda este post de Barbara Jane Reyes en la Fundación de Poesía sobre Tony Robles y su última obra “La Compañía Filipina de Mantenimiento de Edificios” (POOR Press Publications, 2009).
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