Durante casi tres horas, los ciudadanos en la audiencia pública expresaron un escándalo unánime en su oposición a la propuesta de instalar cientos de parquímetros en la Misión.
Después, un funcionario de tránsito municipal precisó que los cambios menores se tomarían en consideración, pero recomendó que la ciudad apruebe los nuevos parquímetros.
“Increíble. Esas tres horas fueron una pérdida de nuestro tiempo”, dijo Hannah McFaull de Pirate Press en el Distrito Potrero Hill. “Tomaron su decisión después de hablar durante cinco minutos, sin haber considerado nuestros comentarios”.
Los parquímetros se instalarán en la parte noreste de la Misión y otros barrios del sureste.
El funcionario de la audiencia John Newlin declaró que tomó su decisión con base en los méritos del proyecto.
“No es un juego de números”, dijo, en referencia al número de gente que habló en oposición a la audiencia pública en el Ayuntamiento. “Es hacer lo que es mejor para la situación”.
La propuesta pide la instalación de cientos de parquímetros desde South Van Ness a la Avenida Potrero y desde Division hasta la calle 19. Los parquímetros no tendrán límite de tiempo y funcionarán de lunes a sábado de 9 a.m., a 6 p.m.
Newlin y el personal del proyecto SF Park de la ciudad decidieron volver a revisar los cambios propuestos para Shotwell entre las calles 15 y 16 y en la calle 15 entre Folsom y Shotwell porque esas cuadras son residenciales. Dichas revisiones, las cuales incluyen permisos de estacionamiento residencial, se darán a conocer cuando la junta de directores de la Oficina de Transporte Municipal de San Francisco (SFMTA, por sus siglas en inglés) considere la propuesta el viernes.

Los parquímetros se pensaron como una forma de resolver la carencia de estacionamiento en la calle que creó la construcción de un parque en un estacionamiento de la ciudad en las calles 17 y Folsom.
Los residentes y los propietarios de negocios, muchos de los cuales se tomaron la mañana para asistir a la audiencia, le pidieron a la SFMTA que trabaje con ellos al decir que hace poco que se habían enterado de la propuesta.
Argumentaron que se desarrolló sin haber tomado en cuenta que el noreste de la Misión y los barrios del sureste incluyen un área comercial, industrial, residencial y otros espacios live/work.
“Pueden instalar parquímetros en su cabeza por lo que a mí me incumbe, pero nosotros necesitamos permisos para estacionamiento residencial”, dijo Marc Glom. “Yo ya pago $12,000 dólares a la ciudad en impuestos; no les voy a dar más centavos”.
La noticia de que en gran parte los parquímetros no se volverían a considerar escandalizó a los residentes quienes tildaron al proceso de arbitrario y no ser democrático.
“Hay que llamarlo lo que es”, dijo un residente al referirse a la nueva ganancia que los parquímetros aportarán. “Es una cuestión de dinero”.
La situación de estacionamiento en el noreste de la Misión es caótica en el día pero manejable por la noche, dijeron los residentes. Es un área favorita de estacionamiento para la gente que no es de la ciudad y que viene a trabajar al centro de la ciudad, gente que duerme en sus autos, y conductores de autobuses que no quieren pagar estacionamiento en el lote de Muni en las calles 17 y Bryant. En algunas áreas, la única restricción es la barredora una vez a la semana.
Jay Primus de SFPark argumentó que la propuesta es consistente con la política inicial de tránsito de la ciudad, la cual alienta a la gente a que use el transporte público, a que camine o use su bicicleta. Además, dijo Primus, el precio modificado, el cual ajusta el precio de los parquímetros dependiendo de la demanda, podría reducir el número de gente que anda manejando dando vueltas por el barrio en busca de un lugar para estacionar.
Primus dijo que los precios empezarían a 25 centavos la hora, y el hecho de que los parquímetros no tengan límite de tiempo significa que la gente podría posiblemente estacionar todo el día.
Algunos residentes se burlaron de la idea.
“Veinticinco centavos la hora suena bien, pero ¿cuánto va a durar eso?”, preguntó Ann Colichidas.
Los residentes argumentaron que una vez que se instalen los parquímetros, ya no podrán echarse para atrás. Trimark, una compañía de equipo para cocinas en Potrero Hill, amenazó con irse de la ciudad.
Incluso los que puedan beneficiarse de poder encontrar estacionamiento más rápido se opusieron a la propuesta. La Oficina de Control y Cuidado de Animales de San Francisco (SFACC, por sus siglas en inglés) en la calle 15, por ejemplo, cree que los nuevos parquímetros podría desalentar a la gente de que se ofrezca como voluntario, dijo un funcionario.
Rebecca Katz, directora de la SFACC, precisó que la SFMTA debería hacer respetar sus propias reglas, como no dejar que la gente duerma en sus autos y pedirle a los conductores de Muni que paguen por estacionar.
Los residentes declararon que la SFMTA no está cumpliendo con su parte del negocio cuando se trata de poner el transporte primero. Argumentaron que el servicio de Muni está carente y que para muchos negocios y residentes hacer uso del transporte no es una opción.
La junta de la SFMTA está programada para escuchar la propuesta de nuevo a la 1 p.m., el 7 de febrero, en la sala 416 del Ayuntamiento.


