Si alguna vez ha ido a la Escuela Primaria César Chávez o al K-8 Buena Vista Horace Mann, seguramente se encontrará a alguien que trabaje en el Centro para la Comunidad de Jamestown. Ya sea un representante de la comunidad o Zach, el guardia de seguridad que también da la clase de levantamiento de pesas.
Hoy día, gracias a los casi $320,000 dólares que recibieron el año pasado de un subsidio federal para la mejora escolar —de $45 millones otorgados al distrito escolar para que se use en la mejora de las peores escuelas de la ciudad— la organización con base en la comunidad ha expandido los programas que se han puesto en marcha desde finales de los 90 e implementó nuevos programas tanto en la escuela César Chávez como en Buena Vista Horace Mann. Dicho subsidio representa el 20 por ciento del financiamiento de Jamestown.
“Es nuestro trabajo asegurarnos que dichos muchachos en nuestros programas reciban la experiencia de desarrollo juvenil de la más alta calidad porque mejorará sus oportunidades de éxito”, dijo Claudia Jasin, directora ejecutiva de Jamestown. “Cada uno de nuestros programas se construye entorno a dicho marco”.
El subsidio es parte de la iniciativa municipal para ofrecer opciones extracurriculares a todos los alumnos que las deseen. Para el otoño, el 91 por ciento de los jóvenes en la ciudad podrán encontrar un espacio extracurricular, según la Iniciativa de Actividades Extracurriculares para Todos.
La manera en que “la experiencia de desarrollo juvenil de la más alta calidad” se percibirá puede diferir en gran parte dependiendo del entorno del alumno, su edad y previos encuentros con un aula estructurada.
En las fotografías más arriba podrá ver en cómic los diferentes matices de dicha experiencia.